Juan Forniés: “La química ha ayudado al bienestar del hombre”

El Catedrático de Química acaba de ser galardonado con la Medalla de Oro por el Grupo Especializado de Química Organometálica.

El catedrático zaragozano Juan Forniés acaba de ser galardonado con la Medalla de Oro por el Grupo Especializado de Química Organometálica (GEQO) de la Real Sociedad Española de Química.


Señor, Forniés, me gustaría que esta entrevista tuviera química...

Seguro que tiene química.


Ya me entiende usted...

Le decía que seguro que tiene química, porque prácticamente todo en la vida es química. Este vino que estamos tomando es el resultado de una serie de procesos químicos, su camisa es química, mis pantalones son química, las sillas en que estamos sentados son química, cualquier cosa que usamos es química.


¿Y nosotros qué somos?

También somos química porque estamos formados por moléculas de mayor o menor complejidad y en el ser humano tienes lugar numerosas reacciones químicas. La respiración, por ejemplo, es el resultado de un proceso químico, igual que la digestión, la eliminación de sustancias sobrantes, etcétera.


Sin embargo, el término químico a veces tiene connotaciones peyorativas...

Desconozco los conocimientos químicos de las personas que hablan así de la química. Me parece imprudente hablar sobre lo que se desconoce, asociar químico con adulterado, por ejemplo. Porque el objetivo de los químicos, desde luego que no es adulterar, sino favorecer el desarrollo de la humanidad.


Los científicos han influido en guerras, por ejemplo en la Segunda Guerra Mundial: Albert Einstein primero fue ciudadano alemán y luego estadounidense...

Posiblemente hayan influido, incluso de forma decisiva. Es probable que el ejército de los Estados Unidos cuente con un buen grupo de los mejores científicos del mundo, incluidos los químicos. Pero, mejor dejamos esta vertiente militar. Hay que creer en el futuro. El desarrollo de la ciencia, la química en este caso, ha ayudado a que el hombre tenga unas posibilidades enormes de bienestar.


En sus palabras observo que demanda apoyo a la investigación.

Claro. El futuro se gana a través del progreso. Los países con mayor nivel de desarrollo son los que invierten más dinero en investigación. El desarrollo científico es imprescindible para mejorar el futuro y para resolver los problemas que la humanidad tiene planteados en este momento. Y en Aragón tenemos buenos ejemplos.


Enumere, por favor.

No quisiera entrar en detalles para evitar olvidos injustos, pero por ejemplo, la sección de Químicas dispone de algunos investigadores de nivel mundial, que están publicado en las mejores revistas del mundo. La sección de Químicas de Zaragoza ocupa un lugar muy destacado entre la valoración mundial de Facultades de Química.


La prestigiosa revista alemana ‘Angewandte Chemie’ también se ha hecho eco del galardón que acaba de recibir usted.

Yo creo que me la han dado por viejo... (sonríe). Es decir, por el trabajo que hemos realizado en más de 40 años dedicado a la docencia e investigación en Química Inorgánica. Mi grupo trabaja en la química del paladio y la del platino, con especial énfasis en sus compuestos organometálicos.


Aún no ha dicho por qué se hizo químico...

Estudié Química en la Universidad de Zaragoza, donde ejercieron una gran influencia los profesores que tuve, ya que hicieron despertar en mí inquietudes por la investigación. De modo especial Rafael Usón, con quien comencé a investigar en la realización de mi tesis doctoral.


Después se fue fuera de España a formarse.

Al acabar la tesis, fui a la Universidad de Bristol a realizar una estancia postdoctoral, imprescindible en la formación de un científico. Allí trabajé con Gordon Stone. Y a mi vuelta, me reincorporé al departamento de Química Inorgánica, del que ahora soy catedrático.


Tras este premio, ¿qué le queda por hacer?

Disfruto mucho con mi trabajo. ¿Le parece buena razón para continuar?


La mejor razón, sin duda. ¿Un anhelo final?

Hemos de cuidar de nuestro planeta. Los científicos han de preocuparse de alimentarlo energéticamente con energía solar. Hay que ir hacia una química verde y sostenible. Son retos por los que los científicos están y seguirán luchando sin descanso.