La producción de cereales se reduce casi un 30% en Aragón

Las escasas lluvias han provocado un gran descenso en comparación con los datos de 2013.

Campo de cereal
La producción de cereales se reduce casi un 30% en Aragón
Mariano Castejón

Después de una campaña histórica, vuelve la normalidad. Esto es lo que ha ocurrido durante este año pasado en el sector del cereal, que ha visto cómo su producción descendía en un 29,6%, pasando de más de dos millones y medio de toneladas a casi dos, una cifra ligeramente superior a la conseguida en 2012 e igual a a la de 2011. “El mayor problema lo hemos sufrido en el secano, que supone el 80% de la superficie cultivada, puesto que el regadío casi se ha mantenido en la misma medida”, destaca José Manuel Roche, secretario general de UPA Aragón.


Los mayores descensos se dan en el secano, donde se ha pasado de producir 3.257 kilos por habitante a 1.938, un 40,5% menos en solo un año. “Durante el 2014 hubo sequía en muchas comarcas lo que ha provocado esta reducción tan considerable”, afirma Roche. Prueba de ello es que según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), las precipitaciones acumuladas durante la primavera, época más importante para estos cultivos, descendieron alrededor de un 25% en Aragón, siendo mucho más acuciado en las provincias de Teruel y Zaragoza.


Durante los primeros meses ya se pudo ver que la siembra no iba por buen camino. “A estas alturas todavía no habían empezado a salir los cereales, mientras que este año está en muy buenas condiciones”, asegura Javier Langa, responsable del sector Herbáceos de UAGA.


Por su parte, el regadío también ha descendido aunque en menor medida. Según los datos del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de la DGA, la reducción de cereal producido ha pasado de 733.000 toneladas en 2013 a poco más de 708.000 el pasado año. De este modo, se sitúa muy por encima de la media de los últimos catorce años, que se se encuentra en 528.505 toneladas. “Al regadío le afectan mucho menos las lluvias y al ampliar la superficie de cultivo se ha logrado que no descendiera considerablemente”, subraya.


Tanto en regadío como en secano se ha vivido un incremento de las hectáreas cultivadas, consiguiendo la mayor superficie de los últimos doce años. De este modo, se ha situado en niveles propios de los años 90 y posteriores. Esto se produce por las condiciones que va imponiendo las diferentes políticas agrarias de la Unión Europea. En el caso del secano se ha aumentado en más de 13.500 hectáreas, mientras que en el regadío ha crecido en casi 21.000.


La cebada continúa siendo el cereal más cultivado, llegando a ocupar el 64% de las hectáreas sembradas. Por el contrario, tanto el trigo duro como el blando se mantienen en cifras muy bajas aunque con tendencias muy diferentes. Mientras que el trigo duro con el 16% de la superficie continúa en descenso, el blando con el 17% lleva varios años experimentando ligeros ascensos. El 3% restante pertenece a otros cereales.


A la reducción de la cosecha se le une la bajada de precios que lleva experimentando el sector desde hace dos años. Esto ha provocado que la recaudación pase de unos 450 millones de euros a solamente 312 en solo una temporada. “Las mayores pérdidas se han producido en Teruel, donde han superado el 50%, en Zaragoza se encuentran entre el 30 y el 50% y en Huesca solamente son del 25%”, sostiene Roche.

Si la lluvia lo permite será una buena campaña

En estos momentos todas las esperanzas están puestas en la campaña de 2015. “Todavía estamos en los primeros meses, sin embargo, la siembra se realizó bien, llovió y esperamos que vuelva a haber precipitaciones”, destaca Roche. Al mismo tiempo también trata de tranquilizar. “Ha hecho bastante frío, por lo que el crecimiento de la cebada se ha frenado y todavía no estamos en una situación extrema”, recalca. Según él, si en los próximos cinco meses se producen unas precipitaciones normales se podría conseguir una campaña mejor que la vivida el año pasado.