Las denominaciones de origen de vino aragonesas repuntan frente a la caída del consumo

La razón reside en el aumento de la exportación. Desciende la demanda en restaurantes.

Ante el global y progresivo descenso del consumo de vino en las últimas décadas, las denominaciones de origen aragonesas consiguen mantener una más que satisfactoria tendencia de ventas al alza, que se puede extrapolar a otros licores del país con esta distinción y que se debe principalmente al aumento de la exportación.


Desde 1990, los vinos españoles de denominación de origen no han sufrido retroceso alguno e incluso suben ligeramente año tras año.


En la Comunidad, el vino de Denominación de Origen de Somontano aumentó entre un 10 y 15% sus ventas en 2014, y los de Cariñena y Calatayud, a falta de completar el balance del pasado año, aseguran que las cifras mejorarán gracias a niveles superiores al 80% de ventas al exterior. 


El aumento de la exportación contrasta con las ventas internas. La tendencia de principios de siglo, cuando se consumía más en la hostelería que en casa, se ha volteado por completo, provocando un notable descenso de los pedidos de los restaurantes.


Circunstancia que los responsables bodegueros asocian a un precio de venta abusivo, enarbolando el histórico maltrato que en este sentido recibe el sector.


Según datos de la Confederación Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas, desde 1970 el consumo en el país ha caído un 60%, pasando de los 70 litros por persona y año que se consumían entonces a los alrededor de 18 litros actuales.


“Algo no estaremos haciendo bien”, reconoce el presidente de este organismo, Amancio Moyano, quien cree que en esta dinámica negativa existen “muchos factores”.


Los productores se plantean posibles iniciativas para incentivar una ingesta responsable, sobre todo entre los jóvenes, que son quienes componen el sector de más difícil acceso.

Caída del consumo global

Según los expertos, las razones del bajón del sector del vino son muy variadas.  


El cambio de costumbres que ha llevado a que el vino deje de formar parte de nuestra dieta alimenticia, el hecho de incluirlo dentro del conjunto de bebidas alcohólicas excluyendo sus propiedades saludables o la desafección al vino por parte de los jóvenes, son algunas de ellas. 


También las dificultades que, como otras empresas dedicadas a la venta de bebidas alcohólicas, encuentran los vendedores de vino para publicitar su producto.

D.O. Somontano sube entre un 10 y 15% sus ventas

“La hostelería debería colaborar un poco más y ajustar sus precios de venta de vino, ya que resulta muy caro para el cliente en comparación con otros productos”, señala Mariano Beroz, presidente de la D.O. de Somontano, quien matiza que “en el hecho de que haya aumentado el consumo en los hogares y haya descendido en los restaurantes han influido también otros factores”.


Así, continúa, “además del precio debe considerarse que hay menos volumen de clientes y, por tanto, el consumo de todo baja".


Sobre el avance de la cerveza, Beroz comenta que “esta es una bebida mucho más agrupada donde hay cinco fuertes empresas, mientras que el vino está atomizado” y se muestra partidario de “aunar esfuerzos” a pesar de lo “complicado” que resultaría hacerlo teniendo en cuenta las más de 4.000 bodegas de vino que hay en España.


En referencia al consumo por parte de la gente joven, asegura no compartir la perspectiva negativa de que estos no muestran interés por el vino. “Cada vez visitan más bodegas para conocer los detalles de los vinos de calidad y ya no son tan reacios a pedir vino en lugar de cerveza en los establecimientos", advierte.


Por último, Beroz ensalza que "Somontano está creciendo gracias a conseguir mantenerse en el mercado nacional y a extenderse poco a poco en el exterior".

D.O. Cariñena gana un 14% de valor

"El consumo del vino en España representa un serio problema. Tenemos que ser consecuentes y reconocer que durante años no hemos sabido vender nuestro producto como es debido", comenta Antonio Ubide, presidente de la Denominación de Origen de Cariñena, que exporta en torno al 80% de su producción y ha incrementado hasta un 14% su valor.


En referencia a los consumidores jóvenes, advierte que "la clave está en sabernos acercar a ellos con total naturalidad, es decir, eliminando los estereotipos de que el vino va destinado a las élites y haciéndoles ver que no es una bebida tan sofisticada".


Ubide coincide con Mariano Beroz en que es "inaccesible" competir con otras bebidas como la cerveza por la dimensión del vino en España. 


Por último, lamenta que "antes de la crisis los restaurantes ganaban más sirviendo una botella de vino que con cualquier menú", y considera que "es una tendencia que se ha arrastrado hasta nuestros días".

D.O Calatayud

"Además de por ser capaces de exportar entre el 80 y 90% de nuestras botellas, el darle a nuestros clientes una buena calidad es la principal razón de poder mantenernos en unos buenos datos", explica José Félix Lajusticia, presidente de la D.O. de Calatayud, quien entiende que "el paraguas de la denominación de origen da una seguridad importante al comprador".


Lajusticia estima que la caída del consumo en España va ligada al "cambio de hábitos de la sociedad" y lamenta que "se multiplique el precio de venta de la botella condicionando al cliente". 

Consejos Reguladores Vitivinícolas

“La relación calidad-precio en España es excelente; otra cosa es cuando llegan al consumidor a través de los bares y restaurantes, donde, salvo honrosas excepciones, en muchos casos yo creo que se abusa con el precio del vino”, criticaba recientemente Amancio Moyano, presidente de la Confederación Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas. 


Además, Moyano aboga por "una acción promocional conjunta de todo el sector y las distintas administraciones a nivel nacional y regional".