La cuna de la colonización agraria

HISTORIA l José María Alagón ha recogido en un libro los singulares orígenes de El Temple, el primer pueblo que creó en 1946 el Instituto Nacional de Colonización en la provincia de Huesca y el segundo de todo Aragón

José María Alagón posa con su libro 'El pueblo de El Temple. Colonización, historia y arte'.
José María Alagón posa con su libro 'El pueblo de El Temple. Colonización, historia y arte'.
Javier Blasco

Fue el primero de los 15 pueblos de colonización creados en Huesca, el segundo de los 34 que se levantaron en Aragón –después de la vecina localidad zaragozana de Ontinar del Salz– y uno de los primeros proyectados en España. Estos son los tres ‘apellidos’ de El Temple, cuya singular historia ha recogido en un libro José María Alagón como homenaje también a sus antepasados ya que bisabuelos maternos, procedentes de Piedratajada, fueron colonos en Paridera Alta y Baja, la finca que el Instituto Nacional de Colonización expropió en 1945 a la empresa Ebro, Compañía de Azúcares y Alcoholes para levantar este pueblo en el límite entre Huesca y Zaragoza.


El origen de este libro fue una beca concedida por el Instituto de Estudios Altoaragoneses en 2012 para una investigación sobre el nacimiento de El Temple que el autor también ha incluido en la tesis que está llevando a cabo para doctorarse en Historia del Arte y que lleva el título ‘Los pueblos de colonización en la cuenca del Ebro: estudio histórico-artístico’.


José María Alagón, cuyos bisabuelos por parte paterna también fueron colonos en el vecino pueblo de San Jorge, se ha valido de un gran número de documentos y fotografías para la publicación, aunque sobre todo ha llevado a cabo "mucha labor de campo" recabando testimonios de muchos vecinos para reconstruir la historia de estos primeros colonos de la provincia, que en su día recibieron una vivienda, un lote de tierra de unas 7 hectáreas y un huerto. "En parte este libro también es una historia familiar", afirma.


El libro intenta ofrecer una nueva visión de la colonización agraria ya que analiza aspectos urbanísticos de este pueblo, diseñado en 1946 por el arquitecto zaragozano José Borobio Ojeda. A este respecto, Alagón asegura que la historia de El Temple es especialmente relevante "porque al ser el segundo que se diseñó en Aragón, ayudó a marcar las pautas de todo el proceso de colonización que se llevó a cabo posteriormente en toda España".


"Había una serie de edificaciones anteriores que habían tenido otros usos agrícolas y las adaptaron como una aldea provisional para los colonos con una residencia, viviendas, dependencias agrícolas, capilla-escuela, horno de pan, almacenes, parideras de ganado lanar, cochiquera...", recuerda el autor, que ha intentado contar la historia del pueblo a través de los propios edificios como la iglesia "que se construyó con un estilo neomudéjar bebiendo de la tradición de la arquitectura aragonesa".


Los primeros colonos llegaron en 1946 procedentes de diferentes zonas de la Comunidad, como Alhama de Aragón, Contamina, Piedratajada, Cogullada, Leciñena, Movera, además de los pueblos vecinos de Gurrea de Gállego o de La Paúl. "El fin de la colonización era convertir extensiones de secano en regadío y por eso buscaban sobre todo gente que tuviera experiencia en esos cultivos", subraya Alagón.


Fue inaugurado oficialmente en junio de 1953 por Francisco Franco. Unos años antes, durante una visita al pueblo, el ministro de Agricultura, Carlos Rein Segura, propuso denominarlo ‘El Temple del Caudillo’, aunque este nombre nunca llegó a oficializarse.


El autor dice estar "muy agradecido" por la colaboración prestada por los vecinos del pueblo y el Ayuntamiento de El Temple, que propuso al IEAla publicación de su investigación en forma de libro.