Laura Gómez-Lacueva: "estoy entre dos tierras y soy muy feliz"

Vive a caballo entre Zaragoza y Madrid, entre sus personajes de ‘Oregón TV’ y el teatro; entre la comedia y ET, un personaje especial por el que siente una gran debilidad.

Laura Gómez-Lacueva
Laura Gómez-Lacueva: "estoy entre dos tierras y soy muy feliz"

Te habla con la mirada, con las manos y con su cuerpo entero, y su voz se moldea con el énfasis que da el tono a cada palabra, porque Laura Gómez-Lacueva (Zaragoza, 1975) es pura vitalidad y optimismo y vida, mucha vida que la impregna en cada movimiento, en cada sílaba, en cada silencio. "Reconozco que soy muy optimista y que es lo que me ayuda a salir adelante. Siempre pienso que las cosas pasan para algo, y todo lo vivo en positivo, por eso creo que me va bien en la vida". Y esas ganas, ese entusiasmo, lo trasmite cada semana a sus personajes de ‘Oregón TV’. Porque ella es el maravilloso marciano ET, la abuela de la familia Gálvez y Adela, la mujer de Roque, "y cuando me reconocen en la calle me piden que le deje comer croquetas. La abuela es muy tremenda y ET…, siempre quieren que les diga ese ‘tiraaa, tiraaa’", comenta, mientras se dice muy agradecida por poder disfrutar de un trabajo que le llena, en el que se pone en solfa la realidad, en el que desde el sarcasmo, la ironía y el sentido del humor nos reímos de nuestras propias miserias. Acaba de recibir un premio en el festival de cortos de Bujaraloz, y dice sorprendida que el cine está despuntando en Aragón, "porque solo este verano se estaban haciendo ¡diez largos!". Tiene en cartel la película Justi & Cia, acaba de terminar una obra de teatro en Madrid y varios proyectos que, como buena actriz, no puede desvelar. Recuerda la fascinación que sintió la primera vez que entró al Teatro Principal y el respeto cuando pisó su escenario. Con 20 años creó su propia compañía, Muac, "porque si no te arriesgas con esa edad cuándo lo vas a hacer"; y a pesar de que se siente actriz de teatro, y cómica, le encantaría trabajar con Alejandro Amenábar o Julio Médem.


-¿Desde muy joven quería ser actriz?

Yo pasé por muchos deseos, porque quise ser bombero y ayudar a la gente, pero también poner una tienda, aunque es verdad que siempre jugaba a hacer teatro. El otro día me encontré con una cinta que había grabado con una prima mía, ella tenía 6 años y yo 9, y hacíamos un programa de radio con sus entrevistas, sus anuncios, poniendo voces... Inconscientemente jugaba siempre hacia la interpretación.


-Nada más acabar el bachiller entró en la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza.

El bachillerato lo hice en el instituto Miguel Servet, antes iba al Liceo Europa, un centro muy abierto, y desde tercero de BUP ya quería ser actriz. Mis padres siempre me decían que primero tenía que estudiar una carrera, pero insistí mucho, porque además hacía teatro en un centro cívico en Torrero. Vinieron a ver la obra de final de curso, el año que yo estaba en COU, y a los pocos días mi padre me dio los papeles de la Escuela de Teatro. Me dijo: "Sirves para esto y, aunque nos asusta mucho, apúntate".


-Lo consiguió.

Me costó, porque me decían que el teatro me restaba tiempo de estudio. Yo como estudiante era muy variable, sacaba o la mejor o la peor nota, porque era muy perezosa y curiosamente luego lo que he tenido que hacer ha sido estudiar papeles, ¡a mí, que empollar siempre me había dado tanta pereza!


-Cómo le ven ahora sus padres.

Mi padre ya no está pero siempre estuvo muy orgulloso y guardaba todas las cosas que se escribían en las que se citaba mi nombre. Son un gran apoyo en todos los sentidos.


-Quedó fascinada la primera vez que entró al Teatro Principal y su primera actuación fue allí, como alumna de la Escuela de Teatro.

Recuerdo esa sensación que tienes como espectador de quedar maravillada por un lugar que me parecía una bombonera. Fue algo muy distinto a lo que sentí como actriz que fue de un profundo respeto por estar en el mismo escenario donde había visto a grandes actores

Qué se siente.


No recuerdo la primera vez, porque estás en tensión procurando que no se te olvide el texto. Pero otras veces ha sido una sensación intensa, porque estás en tu ciudad, en el teatro más grande, precioso. Es eso de que vas consiguiendo deseos, primero entrar en la Escuela de Teatro, después actuar en el Principal, y fue un sueño que se hizo realidad, aunque viniera de serie porque se actuaba allí en el tercer curso, ¡ja, ja, ja! A mí me pasa que cuando vivo situaciones fuertes no las saboreo porque las siento como si estuviera dentro de una película, con una sensación como de globo, y después tengo que procesarlas. Ahí es pensar constantemente que quieres que salga bien, que están tus padres, tus amigos, y yo soy muy, muy perfeccionista.


-Ha trabajado mucho desde entonces.

No he parado y sé que soy una privilegiada. Yo me formé en teatro, porque entonces no te enseñaban para hacer televisión ni cine, y tampoco pensaba en ello, porque no había aquí industria. Enseguida tuve trabajo, apenas unos meses después de acabar en la escuela. Era 1997 y me cogieron en el Teatro de la Estación donde estuve tres años. Estaba con todos con los que hoy hago Oregón, y además tenía mi propia compañía, Muac. Tenía 21-22 años.


-Fue un momento de gran riqueza cultural.

Mucha, pero, fíjese, yo no había visto demasiado teatro antes de entrar en la escuela, y nunca había tenido el deseo de ir a ver una obra. Siempre fui muy peliculera, además iba mucho al cine y con mis padres, pero no al teatro. Sin embargo, la magia que se crea en él fue lo que más me cautivó. Vi mucho cuando comencé en la escuela porque podíamos ir gratis a los estrenos, imagínese la cantidad que vi. Disfruté sobre todo cuando me metí en la Estación y me encontré a gente de mi especie, que pensaba como yo.


-Y además con su compañía.

Era de clown. Empezamos con nariz roja, pero luego nos la quitamos y todo era como mas tragicómico. Éramos dos personas, Ana García y yo; las dos unas guindillas, muy activas que nos lo hacíamos todo. Estuvimos ocho años y lo dejamos por cansancio, no por motivos económicos. Porque fue duro: dos mujeres, empresarias, en Aragón, de teatro... muchas cosas que juntas hacen muy complicado avanzar. Los primeros años fuimos muy felices, pero a partir del sexto teníamos esa sensación de estar siempre luchando, siempre en la tormenta.


-Usted es parte de un grupo de actores aragoneses que trabaja duro en Madrid.

Estoy desde hace dos años y siempre digo que trabajo en Zaragoza en general y que en Madrid estoy plantando un huertito creativo, a ver si va saliendo poco a poco. Podría tener mi casa en el AVE. Yo estoy entre dos tierras y de momento muy feliz. Quiero mucho a Zaragoza. Me fui porque hubo un parón en Oregón en el que no se sabía si iba a seguir y yo no puedo estar quieta porque además ya había cerrado mi compañía.


-Pero llevan 9 nueve años con Oregón y usted tiene tres personajes.

La abuela, Adela y ET, pero reconozco que ET es diferente, es especial, es un caramelito.