La hora del hombre libre

El día 1 de enero abrió a los clubes la posibilidad, ya de manera oficial, de negociar con futbolistas que acaban contrato en verano.

El centrocampista Khedira, que queda libre en verano, en un entrenamiento del Real Madrid
La hora del hombre libre
Kiko Huesca/ EFE

Los representantes de Dani Alves y de Samir Khedira ya pueden coger el teléfono a los pretendientes. Desde el momento en que se inicia el año pueden negociar de manera legal el posible fichaje de sus jugadores por otro club para la próxima campaña sin necesidad de ocultarlo. De hecho, el día 1 de enero se marca en rojo por aquellos que participan en el mercado más allá de la inminente apertura de la ventana de traspasos.


De acuerdo a las condiciones que impone la FIFA, hay 89 futbolistas de Primera División en situación de comerciar desde los primeros días de año su futuro. Entre los más apetecibles se encuentran el carrilero brasileño del Barcelona, Dani Alves y el campeón del mundo del Real Madrid, Samir Khedira. También hay jugadores con arraigo en sus equipos como Aritz Aduriz (Athletic de Bilbao), José Antonio Reyes (Sevilla), Miguel Ángel Corona (Almería) o Manuel Pablo (Deportivo de la Coruña) también pueden optar por el cambio.


Habitualmente los clubes prefieren renovar a sus efectivos más destacados para evitar una situación en la que el atleta podría reducir sus riesgos en el césped para no arriesgar su futuro o no actuar en contra de los intereses de su próxima escuadra. En el año 2014 el Borussia de Dortmund alemán apostó por mantener en su delantera al polaco Robert Lewandowski, quien ya había acordado en verano su pase al Bayern de Múnich, conjunto rival en competiciones locales e internacionales. Por otro lado, Andrea Pirlo decidió extender su estancia en el Milan aunque podía cambiar de aires. Otro argumento para deshacerse de los futuros hombres libres es el económico, puesto que en ocasiones se prefiere vender al jugador en invierno por un precio a la baja antes que dejarlo escapar en verano sin recibir ningún euro a cambio.


En enero del pasado año Diego Ribas apareció cedido en el Atlético porque el Woflsburgo sabía que en verano abandonaría Alemania sin coste para el jugador. El conjunto germano prefirió aceptar la oferta colchonera para recibir una compensación económica, aunque no pudieron contar con el brasileño en el campo. Parecido fue el de Toni Kroos en verano de 2014. El Bayern aceptó una oferta de 25 millones de euros del Real Madrid por el campeón del mundo a sabiendas de que un año después el fin de su contrato habría dado alas gratuitas para cambiar de aires.


No obstante, existen numerosos equipos en que la práctica es habitual por su condición de conjuntos en permanente renovación. Así, el Rayo Vallecano nutre su plantilla con cesiones y futbolistas que desean ponerse en el escaparate para ser contratados por nuevos equipos y cuando llega el verano apuesta por aquellos hombres libres disponibles. En la presente temporada, el club de Paco Jémez cuenta con siete hombres en semejante situación, en un panorama que comparten el Levante (8) y dos recién ascendidos que construyeron su escuadra con prudencia y sin hipotecarse con sueldos altos en caso de un posible descenso a Segunda División: el Éibar (12) y el Deportivo (8). Curiosamente, el único conjunto sin ningún miembro que acabe contrato en verano es el campeón de Liga, el Atlético de Madrid.


En el bando de los compradores, la fecha en que se abre la veda suele ser la de acercamientos oficiales después de interesarse de contactar con los deseados de manera indirecta. En este año se ofrece una situación inusual, puesto que el Barça no podrá inscribir nuevas fichas hasta el año 2016 y esto supone que tampoco podría adquirir los servicios de futbolistas que acaben contrato en verano. Debido a este motivo, en el Camp Nou actúan condicionados por la posible marcha de Alves, puesto que tendrían que recurrir al canterano Montoya o al remiendo de Douglas si el titular no prorroga su contrato.


En el bando de los jugadores, suele servir para negociar renovaciones o nuevos contratos en mejores condiciones con la amenaza de marcharse o elegir a otro pretendiente. Sin embargo, esto es un arma de doble filo que puede provocar situaciones negativas. En 2014 Víctor Valdés anunció su marcha del Barça. Una lesión truncó el fichaje del portero por el Mónaco y actualmente se entrena en las instalaciones del club azulgrana aunque no tiene contrato con ningún equipo. En el caso contrario se encuentra Xabi Alonso. El vasco firmó una jugosa renovación a comienzos de año ante el fin de su contrato y debido a diferentes circunstancias pudo negociar el viaje inverso desde España hasta Alemania con óptimas condiciones. Un año después, Khedira puede repetir el proceso gracias a los beneficios de ser un hombre libre.