Internet es una tienda inmensa y global tanto para consumidores como para empresas. Sin embargo, darse a conocer de forma individual, a través de una web, cuesta mucho tiempo y dinero. Aunque hay casos de éxito en los que el boca a boca ha funcionado y, de hecho, les ha permitido el salto de lo virtual a la presencia en las tiendas físicas (como ocurrió con Mr Wonderful). No obstante, lo normal es que se coloquen en marketplaces, que es como un centro comercial en internet, por donde pasean muchos clientes potenciales. Una de estas plataformas de comercio electrónico es Amazon.es, que cuenta con 244 millones de compradores potenciales (son las cuentas de Amazon activas, es decir, que han comprado al menos un producto en los últimos 12 meses en todo el mundo). Según explica Adam Sedó, portavoz de Amazon en España, las ventas al extranjero por parte de vendedores españolas en Amazon aumentaron más de un 300% en 2013.

Amazon cobra una cuota de suscripción mensual y/o una tarifa por venta de artículo por presentar y vender tus artículos en su plataforma. Pero también ofrece un servicio de logística, que es el que suelen contratar las empresas cuando ya reciben pedidos desde el extranjero y la distribución se vuelve más compleja. El pasado martes 16 de diciembre fue el día de más ventas de la historia de Amazon.es: 180.000 productos vendidos, lo que supone 126 unidades por minuto.

Las ventas del comercio español por internet llevan una tendencia anual de dos dígitos de incremento (entre el 12% y el 19% según los años). Al cierre de 2014 se espera una facturación total de más de 17.000 millones de euros, según el portal Hispavista.