Píxeles creativos

Pixelclip se dedica al márquetin ‘online’ para mejorar el posicionamiento de empresas en internet.

Delante, de izquierda a derecha, María Parraga, Arantxa Herrero y Eduard Maeso; detrás, Víctor Herrero, David María y Daniel Suárez, parte del equipo de la compañía.
Píxeles creativos
Enrique Cidoncha

El zaragozano Eduard Maeso empezó en el posicionamiento en internet "por afición" y ha terminado creando una empresa de márquetin ‘online’ con oficina también en Madrid, que busca convertirse en el aliado de las empresas para mejorar su presencia en internet. "Las marcas y las empresas deben estar en los canales donde están los usuarios", afirma. Eduard comenzó con el desarrollo de páginas web y a partir de ahí empezó a bucear en internet para aprender a ser visible entre el maremágnum de información que puede encontrarse en la red. "Me tuve que ir a trabajar a Barcelona", recuerda, porque hace diez años el sector estaba todavía empezando. De allí pasó a Madrid y terminó casi una década trabajando en una de las grandes agencias de medios de España.


Allí conoció a la que sería su socia, Arantxa Herrero, dentro y fuera del negocio ya que son matrimonio. "Llegó un momento en que pensamos que podríamos arrancar solos", explica. Por ello, dejaron sus puestos en la compañía para crear en 2009 Pixelclip. "Queríamos hacer una agencia solo con los servicios que sabíamos hacer, más especializada", apunta. Su especialización es el ‘search marketing’, que busca "optimizar una página web para que a los buscadores les guste y salgan más arriba cuando un usuario hace una búsqueda", explica. También se han centrado en la analítica web, porque como asegura Maeso, "en internet prácticamente se puede medir todo", desde el producto más vendido a los canales usados por los clientes.


Frente a los servicios de las grandes multinacionales pensaron en crear una "agencia boutique" para "integrarnos como si fuéramos el departamento de márquetin ‘online’ de nuestros clientes", afirma. Y con esta filosofía han venido trabajando en estos años. Ahora en el sector hay mucha más competencia, pero se encuentra entre los que opinan que "es muy sana".


"Cada vez se conocen y se demandan más estos servicios porque los resultados son muy notorios", reconoce. El sector no ha dejado de crecer pese a la crisis y también su agencia. El año pasado facturaron 250.000 euros y han llegado a gestionar 12 millones de euros en 2012.


Este año han pasado de cuatro a ocho empleados, que no llegan a los 30 años de media –el fundador es el mayor con 33– y se reparten entre las oficinas de Zaragoza y Madrid. Empezaron en Zaragoza, pero en la capital de España tuvieron que abrir porque "las marcas estaban en allí" y reconoce que aunque su trabajo se puede hacer con un ordenador y una conexión a internet "en cualquier sitio", confiesa que "la oficina física ayuda a tener un contacto más cercano con el cliente". Este año esperan continuar creciendo, aunque no se atreve a hacer previsiones.