Un juez autoriza a un hijo que busca a su madre biológica a ver los archivos del Provincial

El Juzgado dio el permiso el pasado septiembre, pero es ahora cuando ha tenido acceso a los documentos de DPZy Arzobispado.

Un hombre que nació en 1975 y busca a su madre biológica ha conseguido que un juez le autorice a acceder a los archivos del Arzobispado de Zaragoza y a los del Hospital Provincial, que están en la Diputación Provincial de Zaragoza.


El Juzgado de Primera Instancia 12 dictó un auto el pasado mes de septiembre, pero no ha sido firme hasta hace una semana. La abogada Beatriz García, que representa al hijo que busca a su madre, consultó al archivo de la parroquia del Hospital Provincial y allí pudo comprobar que el bebé no fue bautizado, como era costumbre antes de la Transición.


Este es el primer caso de supuesto niño robado en el Hospital Provincial, aunque se han denunciado otros en la Maternidad provincial, que ya había desaparecido como centro hospitalario en 1975.


Aun así, la letrada tiene la facultad de acceder al archivo de la Diputación Provincial de Zaragoza, donde se guardan los documentos de la Maternidad provincial y del Hospital Provincial.


El auto judicial permite al hijo y a su representante legal que se consulte la información que existe en los distintos libros de entradas, partos, altas médicas, nacimientos y el historial clínico del hijo y de la madre biológica.


De esta manera, se aplica la Ley 54/2007, de 28 de diciembre, de Adopción Internacional, que modificó el Código civil (artículo 180), según el cual las personas adoptadas tiene derecho a conocer sus orígenes biológicos y las administraciones implicadas están obligadas a cooperar al efectivo ejercicio de ese derecho.


El nuevo caso abierto con un proceso civil en los juzgados pone en entredicho la actuación que tenían los diputados de la DPZ. El demandante del proceso de jurisdicción voluntaria residió fuera de Aragón y sus padres adoptivos le reconocieron su condición cuando tenía 8 años. Al parecer, el contacto de sus progenitores con un empresario zaragozano y un diputado de la DPZ facilitó la entrega del niño nacido en el Hospital Provincial.


Un responsable de la Diputación Provincial de Zaragoza de los años 70 confesó a HERALDO que los diputados provinciales dispusieron del privilegio de seleccionar por riguroso turno a los niños de la Inclusa para darlos en adopción a la pareja que decidieran.


El correturno se convirtió en un derecho de los diputados, un ejemplo claro de la corruptela en la Maternidad provincial hasta 1974 y su prolongación después en el Hospital Provincial. No se seleccionaban las características de la familia adoptiva elegida, salvo que tuvieran amistad con el diputado que elegía al niño.


A lo largo del ejercicio de 1974, la Diputación Provincial empezó a corregir la situación, que era un tráfico de niños. Se vulneraba la ley de adopción aprobada en 1970, donde su función social era proteger al menor y un instrumento de integración familiar. A partir de 1974 se intentó regularizar la selección de las familias escogidas a través de informes médicos, psicológicos y un criterio profesional, a pesar de las protestas respecto a casos concretos de un cardenal y algún diputado, que no asumieron perder su poder y lo practicaron en el Provincial.