Miradas de angustia, dolor y esperanza... para reflexionar

Ha sido una experiencia impactante y una lección que tardarán tiempo en olvidar. Los alumnos: los chicos y chicas de 4º de ESO del IES Grande Covián de Zaragoza; el maestro: Gervasio Sánchez, Premio Nacional de Fotografía 2009 y uno de los fotoperiodistas con mayor prestigio internacional -corresponsal de HERALDO DE ARAGÓN-, que exhibe estos días en el IAACC Pablo Serrano lo más representativo de sus 25 años de travesía en solitario por los desiertos de la barbarie y la desolación humana. Bajo el título ‘Antología. Gervasio Sánchez’, la muestra ofrece un recorrido por diversos escenarios bélicos de nuestro tiempo (América Latina, Los Balcanes, Asia y África), que incluye, además, 48 retratos -de esos que dejan huella-, en los que Gervasio captura como nadie la angustia, el dolor y la esperanza de las víctimas. A su cita con el autor, acudieron el pasado 21 de noviembre los alumnos del Grande Covián, un grupo de adolescentes de entre 15 y 16 años, "anestesiados con la violencia virtual de videojuegos y series de televisión, que descubrieron, guiados por Gervasio, que la violencia real tiene unas características menos épicas de lo que ellos pensaban"; así resume esta experiencia Teresa Pérez Hernández, profesora de Lengua del instituto, que acompaño y preparó a los alumnos para este instructivo e inquietante viaje. Y decimos "preparó", porque todos ellos acudieron a la visita con los deberes hechos. "En primer lugar -explica Teresa-, fijamos un objetivo en clase: reflexionar sobre el valor del periodismo testigo que revela mediante la imagen directa las realidades ocultas. Lo imprescindible de un periodismo veraz y contrastado, que huye del sensacionalismo y la manipulación informativa"; luego, con la ayuda de Pilar Gómez, profesora también de Lengua, montaron una exposición en los pasillos del centro sobre Gervasio, su obra y sus proyectos; realizaron, entre otras actividades, exposiciones orales sobre las diferentes zonas en conflicto, "contamos incluso con la figura de varios ‘fiscales’ -explica Teresa-, que contrastaban las informaciones de los oradores y cuestionaban fuentes y certezas". Y llegó el día de la visita.

Gervasio los esperaba en la calle; empatizó con los chavales desde el primer momento. "De su mano -dice Pilar, que no se perdió la exposición- miramos a los ojos a los que viven en el lado más oscuro y desolador del ser humano, porque todos ellos nos miraban de frente". Y, como hoy celebramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, os invitamos a leer los testimonios de los alumnos del Grande Covián, sobre esta "inolvidable" experiencia.