La ópera del eccehomo de Borja ya suena en internet
El espectáculo, que se prevé estrenar en Estados Unidos en 2016, cuenta con el reparto artístico y el equipo técnico
Behold the man (He aquí el hombre) es el título de esta ópera que, en tono de humor, aborda el intento de restauración de una obra y cómo vivieron los principales implicados el desarrollo de los acontecimientos cuando la noticia saltó a la opinión pública.
El espectáculo, que se prevé estrenar en 2016, cuenta ya con el equipo artístico y técnico. Los músicos han realizado lecturas del texto sobre el escenario y la obra está tan avanzada que es posible escuchar algunas de las escenas que forman parte del primer acto, con las frases, cantadas en inglés, subtituladas. El Ayuntamiento de Borja ha colgado en su página de Facebook un enlace al muro de la propia compañía (con el mismo nombre del espectáculo) que, además, cuenta con una página web (beholdthemanopera.com), en la que se pueden escuchar parte de los contenidos musicales de esta original iniciativa.
Uno de sus responsables, el libretista Andrew Flack, viajó hasta la localidad zaragozana para recabar información y conocer a Cecilia Giménez, la octogenaria vecina de Borja que, durante el verano de 2012, transformó una pintura mural del Santuario de Misericordia, que después se convirtió en un fenómeno viral por la red.
Además de Flack, autor de varias obras de teatro y guiones y creador de un musical sobre la vida de Paul Robeson (según figura en su web), detrás del proyecto musical están Paul Fowler, que ha compuesto la melodía, y Amanda Berg Wilson, como directora.
"¿Fue un milagro? ¿Arte independiente? ¿Un acto de fe desinteresado? ¿O tan solo otro meme de internet?", se preguntan los impulsores de la ópera en un texto introductorio de la historia.
El espectáculo se inicia en el escenario de una iglesia con Cecilia y una de sus hermanas, a la que le adelanta su intención de llevar a cabo la restauración de la pintura que creó Elías García Martínez en una de las paredes del santuario. Al escuchar sus intenciones, ella se muestra preocupada al pensar que carezca de los conocimientos necesarios para ejecutar la tarea y, además, por no tener permiso para iniciar el trabajo. Este es solo el principio. Tras el resumen del primer acto, los creadores mantienen el secreto sobre cómo continuará.
