Paseo del Real Madrid

El conjunto español impuso su mayor potencial ante el Cruz Azul mexicano.

Los jugadores del Real Madrid se abrazan tras la consecución de un gol
Paseo del Real Madrid
Youssef Boudlal/Reuters

El Real Madrid impuso la diferencia de calidad ante el Cruz Azul mexicano, que se topó con Iker Casillas cuando pudo meterse en un duelo desigual, en el que el conjunto español exhibió su momento estelar para golear (0-4) y acceder a la final del Mundial de Clubes, el único título de prestigio que falta en sus vitrinas.


La segunda aparición del Real Madrid por el Mundial de Clubes dejó muestras de lecciones aprendidas, hambre de más éxito de unos jugadores que están haciendo historia, superioridad en calidad ante un Cruz Azul que, cuando pudo levantarse, se encontró con Casillas. Se volvió a ver la mejor versión del capitán blanco, que firmó dos paradas salvadoras cuando muchos ya le habían jubilado. La pegada madridista hizo el resto.


Con la misma motivación de un título grande saltaron a imponer su fútbol. El Cruz Azul sabía que sus opciones pasaban por el balón parado y en buscar el juego por las bandas. Encontró su punto fuerte en el costado de Marcelo, sin ayudas defensivas, donde Rojas le superó. Quedarían en anécdota, pero los avisos mexicanos llegarían con un testarazo desviado de Giménez y un buen centro de Rojas tras apurar hasta la línea de fondo, sin ser frenado, que no encontró remate por milímetros con Casillas viendo cómo se paseaba el esférico por la zona de peligro.


Sergio Ramos rompió el partido con un nuevo testarazo. El centro perfecto de Kroos lo remachó con la testa el defensa internacional español. Nuevamente decisivo. Y no solo en el aspecto ofensivo, también fue salvador cuando el Cruz Azul quiso reaccionar. Siempre con Rojas desafiando a Marcelo. Un amago sentó al brasileño, pero su disparo, con marchamo de gol, lo frenó Ramos con el cuerpo lanzándose valiente. De la buena acción llegó el segundo golpe blanco. Primero la tuvo Kroos, con un disparo cómodo desde la frontal del área que sacó el portero mexicano, y tras una volea de Benzema no perdonó su segunda opción.


El Real Madrid se gustaba sin tener que apretar el acelerador. Cuando ponía ritmo en la elaboración su rival se tambaleaba. Aún no aparecía Cristiano, que erraba dos contragolpes en acciones poco habituales en él. La ansiedad no debía despertar. Sí apareció con papel de salvador Casillas, que evitó la resurrección del Cruz Azul. Pavone, ‘perro viejo’ en el área, ganó la posición a Ramos y cuando éste reaccionó, un brazo suyo sobre el hombro del rival fue interpretado como penalti por el chileno Osses. El disparo de Torrado, autor de dos tantos de penalti en cuartos de final, lo adivinó Casillas, que voló como hiciera ante Verza en Almería en la Liga, para salvar su segundo penalti consecutivo.


En la reanudación, el Real Madrid no concedió oportunidades al Cruz Azul. El conjunto mexicano buscaba salir con todo corazón, adelantaba líneas y le ponía en bandeja a los de Ancelotti una de sus armas preferidas: el contraataque. Bale e Isco cerraron la cuenta.