Las sociedades cooperativas resurgen en Aragón creando 1.000 empleos en un año

Al funcionamiento de las numerosas cooperativas agroalimentarias se ha unido la creación de nuevas cooperativas de trabajo asociado.

La Colaboradora, de Zaragoza Activa.
Las sociedades cooperativas resurgen en Aragón creando 1.000 empleos en un año
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Tras pasar, como todas las empresas, por las penurias de la crisis, el tejido cooperativo de Aragón va camino de cerrar 2014 como el primer año de crecimiento consolidado en el último lustro. Aunque el número total de estas sociedades se ha reducido, las que siguen activas generan a día de hoy empleo a 7.595 personas en la Comunidad, casi 1.300 personas más que las que había a mediados de 2013, según los datos del Ministerio de Empleo.


El asentamiento de las cooperativas más importantes que han conseguido capear el temporal de los últimos años y la creación de numerosas iniciativas impulsadas también por la necesidad de autoempleo han potenciado esta tendencia. “Desde el punto de vista de su estudio hablamos de las cooperativas como un refugio de empleo”, explica Millán Díaz Foncea, profesor del Departamento de Dirección y Organización de Empresas de la Universidad de Zaragoza y experto en Economía Social y cooperativas.


Como en las últimas décadas, el sector agroalimentario es el que más peso tiene dentro de este tipo de empresa. Solo adheridas a la Federación de Cooperativas Agroalimentarias aragonesas (antigua FACA) hay un total de 161 empresas que dan empleo a 2.339 trabajadores. Sin embargo, en los últimos dos años han tomado impulso las cooperativas de trabajo asociado, una opción que algunos expertos señalan que ha salido beneficiada durante la crisis como modelo empresarial de futuro y que en Aragón da empleo a 1.510 personas. Una de las cooperativas de trabajo asociado con más solera en la Comunidad, La Veloz, dedicada a la paquetería en bicicleta, la asesoría y el comercio, es uno de los ejemplos que sirven ahora de referencia, ya que nació en 1993, también en época de crisis y con una tasa de desempleo similar a la actual.


Las cooperativas de trabajo asociado se diferencian de otro tipo de sociedades en que todos sus socios deben ser trabajadores y por lo tanto tiene como uno de sus objetivos prioritarios proporcionar a sus socios puestos de trabajo mediante su esfuerzo personal y directo. Además, el nivel de decisión es horizontal y tanto el reparto de beneficios como los gastos de inversión se reparten equitativamente.


Solo en lo que va de 2014, según los datos del Ministerio, se han constituido 25 nuevas cooperativas de trabajo asociado en Aragón, un número que dobla las 12 que se crearon a lo largo del año pasado. Pese a esto, su número total ha descendido hasta las 197 (10 menos que en 2012) debido a que muchas de las que seguían dadas de alta llevaban ya varios años inoperativas.


A nivel nacional esta tendencia también se refleja, constituyéndose en 2014 734 sociedades de trabajo asociado, casi 200 más que en el mismo periodo del año anterior.

Entre el pensamiento cooperativo y la necesidad de autoempleo


Adebán es una de las cooperativas de trabajo asociado surgidas durante la crisis. Nacida en marzo de 2012, Adebán es una asesoría para empresas y particulares compuesta por tres socios que antes de fundar esta empresa ya habían desarrollado su carrera en distintas sociedades cooperativas. “La opción de elegir una cooperativa como la forma jurídica de nuestra empresa para nosotros fue algo natural. Veníamos ya de trabajar en iniciativas similares y compartimos y creemos que el modelo cooperativo aporta una serie de valores y de compromiso distinto a cualquier otro, tanto en implicación como en solidaridad entre los trabajadores”, explica Pilar Garay, una de las socias de Adebán, asesoría que también es miembro de la Red de Economía Alternativa y Solidaria Aragonesa (REAS-Aragón), entidad que a finales de noviembre organizó en Zaragoza, con la colaboración del Ayuntamiento y la Universidad, el I Congreso Internacional de Economía Social. Y es que, las empresas de trabajo asociado van de la mano de la llamada economía social, aquella que, grosso modo, se identifica por distribuir la toma de decisiones en función de las aportaciones al trabajo de cada uno de sus socios, en lugar de priorizarlas en función de las aportaciones de capital.


Al centrar su trabajo en la asesoría de empresas similares y autónomos, las socias de esta cooperativa han visto cómo en los últimos tiempos este modelo se ha puesto en alza. “Sí que es palpable que cada vez hay más personas que se acercan a los modelos de cooperativas como una forma de emprendimiento, aunque aquí influye quizá más la necesidad de crearse uno mismo un puesto de trabajo que el impulso que se le esté dando desde las administraciones, que podría ser mucho mayor”, explica Garay, quien junto con otras empresas cooperativas está preparando una nueva plataforma que aúne a las cooperativas de trabajo asociado de Aragón.


Un ejemplo de estas cooperativas surgidas por la necesidad de crearse uno mismo su puesto de empleo es Solidaria de Servicios Generales, una empresa creada hace poco más de un año por cuatro parados de larga duración residentes en el Actur. Todos ellos tienen más de 50 años, y ante las “nulas” posibilidades de inserción laboral, decidieron aunar esfuerzos formando una cooperativa que realiza desde reformas y rehabilitaciones, hasta distintos trabajos de servicios en el hogar. En definitiva, cada uno de los miembros aporta su trabajo en el campo en el que tiene experiencia.


Un año después de su constitución, “lograda con mucho esfuerzo y gracias al apoyo de muchas personas”, la cooperativa resiste aunque no sin dificultades. “Dos de los socios iniciales se dieron de baja porque no conseguían mantenerse. Ahora hemos vuelto a añadir a un socio más, y el trabajo, aunque poco, va saliendo”, explica Víctor Arbués, de 59 años, quien pese a haber conseguido volver a la vida laboral gracias a la cooperativa, opina que la situación económica sigue siendo “muy difícil para cualquier persona de a pie”. “Nosotros no queremos subvenciones, sino trabajo, y el Gobierno no está poniendo medidas para aligerar la burocracia y dar facilidades a aquel que quiere buscar una alternativa laboral, lo cual complica mucho la continuidad de cualquier empresa en el momento en que aparecen dificultades”, lamenta.