En tan solo un año, se han producido 11 accidentes en un tramo de aproximadamente 4 kilómetros de longitud. Se trata de una zona con curvas que provocan salidas de vía, especialmente cuando el firme está un poco mojado. "Cuando ya están formados los charcos, no. El problema viene cuando caen unas pocas gotas, que provocan que los coches resbalen", comenta la primer edil de Fuentespalda.

La mejora de este tramo es una vieja reivindicación de la zona. Aunque se ha renovado el asfalto en más de una ocasión, los problemas persisten, por lo que piden que se busque otra solución. En 2012, ya se presentó una alegación para que esta carretera se incluyera en el Plan de Carreteras 2013-2024 del Gobierno de Aragón. Ese mismo año, una niña valderrobrense de 8 años falleció y otro menor resultó herido grave en un accidente en ese tramo. El último suceso se produjo hace solo unos días, poco después de las ocho de la mañana, aunque se debió a un error del conductor, que se quedó dormido y se salió de la vía. Los 5 ocupantes del vehículo resultaron heridos.

La Comarca del Matarraña ya ha trasladado su preocupación por la peligrosidad de este tramo a la Dirección General de Carreteras en una reunión mantenida recientemente. Los representantes de la institución comarcal solicitan que se tomen medidas urgentes porque la llegada del invierno aumentará el riesgo en la carretera autonómica.

No obstante, la A-1414 no es la única preocupación de la Comarca en materia viaria. Su presidente, Francisco Esteve, insiste en que el principal problema de las carreteras de la comarca es el mal estado del firme y las calzadas estrechas. Destaca la carretera de La Portellada, Fórnoles y Ráfales, la que une Lledó con Arens y la entrada a Torre de Arcas.

La reivindicación es constante en la comarca del Matarraña, que lleva 20 años de promesas incumplidas y agravios en torno al desdoblamiento y mejora de los últimos 13 kilómetros de la N-232 a su paso por el Bajo Aragón Histórico. El trazado de esta vía, estrecho, lleno de peligrosas curvas y con tramos que registran desprendimientos de materiales de forma periódica, se remonta al siglo XIX y está pendiente de mejorar desde mediados de la década de los 90.

Esta carretera que vertebra el Cantábrico con el Mediterráneo, de Santander a Vinaroz, empezó con mal pie y se atascó entre Teruel y Castellón. La primera paralización de las obras se remonta a 1993 por problemas económicos de la empresa adjudicataria. La polémica más grave, no obstante, se vivió a finales de 1997, cuando los propietarios expropiados se quejaron por sus compensaciones económicas, inferiores a las de sus vecinos de Castellón.

En 2003, la plataforma ciudadana Teruel Existe organizó una inauguración ficticia para reivindicar el proyecto a la que asistieron 400 personas. Una segunda convocatoria en 2004 llegó a congregar en Zaragoza a 60.000 personas que solicitaron, no solo el desdoblamiento de la N-232, sino la mejora general de las carreteras turolenses. Las protestas masivas se han abandonado debido a que la población ha perdido la confianza en que el arreglo del trazado llegue siquiera a concluirse.

Que no se haya completado el proyecto de la N-232 no implica que la obra no haya contado con partidas presupuestarias de Fomento en los últimos años. En 2011, se consignaron 150.000 euros; en 2012, 519.780; el año pasado la cantidad ascendió a 677.120 y este año, el proyecto de presupuestos contempla 3 millones. Ninguna de estas cantidades se ha invertido.