Tras la pista del arte salvado en Ginebra

Técnicos de Cultura investigan la documentación relativa a decenas de piezas aragonesas cuya rastro se pierde tras ser custodiadas en Suiza durante la guerra.

Relicarios, incunables, esculturas, vestimentas y orfebrería y hasta manuscritos del Archivo de la Corona de Aragón. Decenas de valiosos bienes procedentes de distintos puntos de la Comunidad fueron trasladadas a Ginebra para salvarlos de la Guerra Civil, pero terminada la contienda, se perdió su pista. Ahora, los técnicos de Patrimonio estudian caso a caso la documentación relacionada con cada una de estas obras para cruzar datos y, llegado el caso, poder reclamarlas.


Este minucioso trabajo se puso en marcha después de que el pasado verano el abogado Jorge Español, experto en el litigio de los bienes sacros retenidos en Cataluña, alertara a Cultura de que había localizado en los archivos de Naciones Unidas el ‘Inventario de los tesoros de arte españoles’, que fue enviado a comienzos de 1939 a la sede de la Liga de las Naciones, en Ginebra. El documento incluía numeroso patrimonio aragonés, principalmente orfebrería de oro y plata originaria de diversas localidades como Huesca, Barbastro, Alquézar, La Puebla de Roda, Daroca, Teruel, Albarracín... Todas estas piezas permanecieron allí junto a otras tan valiosas como las grandes joyas del Museo del Prado.


Terminada la contienda, España reclamó la repatriación de todo el patrimonio artístico rescatado, pero según sospecha Español, las piezas de las parroquias del Aragón oriental que entonces dependían de la diócesis de Lérida, fueron enviadas a esta ciudad. Uno de los indicios que le lleva a mantener esta tesis es el caso de la arqueta de San Medardo de Benabarre que, según explica, desapareció en la guerra y a comienzos de los años 70 fue reconocida de forma casual por un descendiente de la localidad en el palacio episcopal ilerdense. Finalmente, se logró su vuelta.


Ahora, se pretende aclarar dónde acabó el resto de las obras. Para ello, Patrimonio está estudiando "pieza por pieza y cotejando documento por documento para completar la información de cada una y datarlas", explican desde Cultura. Concluida esta labor de investigación, el siguiente paso será contactar con los servicios jurídicos de la DGA para ver qué acciones se pueden emprender.