"Ha sido un éxito rotundo, total y absoluto. Dos equipos en Primera categoría, con el Club Deportivo Zaragozano y el Club Escuela Gimnasia Rítmica de Zaragoza, que ha sido campeón en la clasificación general sénior y por aparatos. Y en las finales, su equipo alevín ha sido bronce y el infantil, también ha subido al tercer cajón del podio. Más contento no se puede estar". El presidente de la Federación Aragonesa de Gimnasia, Carlos Cobo, no cabía de gozo. Las niñas de la rítmica aragonesa pusieron ayer el broche al Campeonato de España de conjuntos (benjamín, alevín, infantil, júnior, sénior y Primera) al calor de una entusiasmada afición que ha abarrotado el pabellón Siglo XXI. Más de 1.200 gimnastas han plasmado sobre el tapiz horas y horas de duros entrenamientos. La rítmica es uno de los deportes más bellos, plásticos y sacrificados. Se han vivido tres intensos días de competición, de nervios, gritos, llantos, abrazos y sonrisas. El trofeo son las medallas, pero todas las protagonistas se han despedido de Zaragoza con un sonoro aplauso que ha premiado su entrega.

La felicidad ha sido total en la representación aragonesa. El equipo sénior del CEGRZ, preparado por Noelia Arias, firmaba el sábado una actuación soberbia y se colgaba el oro en la general. Un dorado que se acompañaba del ascenso a Primera. Ayer, en la final por aparatos, ejecutaron el programa con dos cintas y tres pelotas a la perfección. Un ejercicio que les aupó, de nuevo, al primer cajón del podio. La alegría también se extendió en la sesión matutina a las componentes más jóvenes del club, las alevines –de Carla Toha y Cristina Lardiés– y las infantiles –de Susana González y Noelia Arias–, que atraparon la presea de bronce. "Ha sido tremendo. Estamos en una nube. Hacía muchos años que no se daban unos resultados así. En 2009 fue la última medalla de conjuntos en Valladolid, la alevín, y este fin de semana cuatro. Increíble. Son las medallas que reconocen la labor que se hace desde la base, y la confianza que hay depositada en las entrenadoras", valoraban, emocionadas, Carla y Cristina.

Trabajo en equipo, pasión por el deporte, confianza entre las niñas, constancia en los entrenamientos... Las entrenadoras desgranan las claves que han hecho que el fin de semana haya sido redondo. Porque si el CEGRZ brillaba sobre el tapiz, otro club, el Deportivo Zaragozano, también tenía motivos para sentirse orgulloso de sus chicas. Desde 1998 está en lo más alto de la rítmica nacional, la Primera categoría, y el sábado defendió su puesto de honor con maestría y volvió a superarse para firmar un sobresaliente quinto puesto que le confirma, un año más, entre los mejores del país. "Mantenerse es muy difícil, así que lo que han hecho las gimnastas tiene un mérito tremendo. Ellas son el espejo en que mirarse las pequeñas, porque la Primera es la culminación a todo el esfuerzo y empeño que ponen. Y compartir este éxito con nuestro público ha sido la guinda", resaltaba la preparadora María Latorre. El equipo concluyó en una meritoria sexta posición en la final por aparatos, mientras que el conjunto sénior fue octavo en las dos clasificaciones.