La adjudicación de la explotación del balneario de Segura queda desierta

La mesa de la contratación considera no idónea la única oferta presentada

El balneario de Segura de Baños, un centro de aguas mineromedicinales que permanece desde hace dos años construido pero sin actividad, ha vuelto a sufrir un nuevo contratiempo. La adjudicación de su explotación quedó desierta ayer al considerar la mesa de contratación que la única oferta presentada por una empresa valenciana no tenía capacidad suficiente para hacerse cargo de su gestión. La decisión ha supuesto un duro golpe para el Ayuntamiento de la localidad que confiaba en poder desbloquear este proyecto y dar un uso al complejo, en el que se han invertido más de 9 millones de euros.


El alcalde, Ernesto Ferreruela, señaló que los técnicos del Gobierno de Aragón y de la Diputación Provincial consideraron tras abrir el sobre con la propuesta de la única empresa aspirante que no estaba respaldada por un proyecto viable. "La documentación aportada no ha podido demostrar que tiene capacidad para afrontar este tipo de contrato", explicó el primer edil de Segura de Baños.


La empresa interesada no cuenta con experiencia en sector del termalismo, si bien realiza actividades de asesoramiento en el campo de la hostelería.


Ferreruela dijo que el Ayuntamiento volverá a sacar a concurso la explotación del balneario "lo antes posible", y confía en que para entonces se presenten nuevas ofertas. La falta de accesos adecuados al recinto puede ser, a su juicio, la causa por la que no se ha registrado un mayor número de aspirantes a explotar el complejo termal.


El acondicionamiento de la entrada, actualmente un desnivel de tierra difícil de sortear, es una de las grandes reivindicaciones del Consistorio y de los vecinos de Segura de Baños, que lo contemplan como el único obstáculo para desarrollar el proyecto. Su financiación está todavía en el aire, a pesar de la buena voluntad demostrada el miércoles por el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, para buscar una línea financiera que permita sufragar el acceso a la infraestructura. Su coste rondaría los 200.000 euros.


El alcalde espera que una vez se resuelva este asunto, para el cual se baraja la idea de acogerse al Fondo de Inversiones de Teruel, Fite, destinado a municipios, "se animen más emprendedores a gestionar el balneario, cuya explotación podría generar unos 25 puestos de trabajo".