El gerente del Consorcio rechaza que se quiera hacer ningún "mangoneo" en el Casar

Javier Font explicó en las Cortes las razones de la integración en el Salud y los objetivos que se quieren lograr.

El director gerente del Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución (Casar), Javier Font, finalizó ayer su intervención en la comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón asegurando que "no se quiere hacer ningún mangoneo (en el Casar); estamos al final de la legislatura, no queremos algaradas. Queremos hacer una integración que garantice la cartera de servicios sanitarios que ahora dan esos centros en Jaca, Ejea, Fraga y Tarazona, sin lesionar los derechos de los trabajadores del Consorcio ni los del Salud".


Font resumía así lo explicado durante su intervención y contestaba, de paso, a algunas de las críticas que se le hicieron desde la oposición. El director del Casar argumentó las razones que habían llevado al Gobierno a tomar la decisión de integrar el Casar en el Salud a partir del año próximo, pese a la complejidad que entrañaba esta medida. "Esto de tener dos sanidades no es operativo –afirmó–. No es el momento de tener cuatro centros por libre".

Situación financiera y de personal


Entre los datos que aportó para clarificar en qué situación se encuentran los cuatro centros del Casar, mencionó el déficit próximo a los 17 millones de euros (con que acabará el Consorcio este año) y la maraña de contratos laborales (doce tipos diferentes) que tienen los 347 trabajadores, que ha generado una agria controversia ahora que deben ser absorbidos por el Salud.


La complejidad del asunto quedó patente durante la intervención de los grupos parlamentarios. La oposición criticó al gerente del Casar y al Ejecutivo, pero por motivos diferentes: el PSOE se quedó solo en su defensa del Casar tal y como está en este momento, como un Consorcio no integrado en el Salud. El diputado socialista Eduardo Alonso criticó que con esta medida "se va a volver a los tiempos de antes de las transferencias", y mostró su temor a que se vayan "a cargar" el esfuerzo hecho durante el gobierno socialista por descentralizar los servicios sanitarios y "acercar la atención especializada" a las comarcas.


Por su parte, IU y CHA recordaron que se opusieron en su día a la creación del Casar por considerar que era una forma "encubierta" de privatizar los servicios sanitarios, asumieron que lo mejor era que se integrara en el Salud, pero criticaron la forma en que se va a hacer. Patricia Luquin (IU) pidió una auditoría de la deuda que presenta el Consorcio, que calificó de "barbaridad", y que se muestren los informe de Función Pública para tener la seguridad de que la integración de la plantilla se ajusta a la legalidad. Expresó su temor a que la ley especial (de lectura única) que se va a aprobar para este caso oculte algo o abra la puerta a otros procesos similares.


La diputada del PP Mamen Susín dijo que el Consorcio siempre presentó "más sombras que luces" tanto en su mantenimiento financiero como en su asistencia sanitaria y echó en cara a los socialistas el "zancocho que dejaron".