Seis meses de prisión por intentar sobornar a dos agentes de Tráfico

El procesado, de nacionalidad marroquí, ofreció 100 euros a cada guardia civil a cambio de que le quitaran una multa

Un hombre de nacionalidad marroquí y vecino de Caspe (Zaragoza), M. L., fue condenado ayer por la Audiencia Provincial de Teruel a seis meses de prisión por intentar sobornar a dos agentes de la Guardia Civil de Tráfico que le habían puesto una multa. El procesado reconoció los hechos y se conformó con la pena, que supone una importante rebaja respecto a la calificación provisional del Ministerio Fiscal, en la que se pedía para él tres años y medio de cárcel y una multa de 18 meses a una cuota diaria de 10 euros.


Los hechos ocurrieron en septiembre de 2013, cuando M. L. circulaba por la N-420 a la altura de Alcorisa conduciendo una furgoneta cargada de muebles y ropa con destino a su país. Dos guardias civiles que habían establecido un control interceptaron el vehículo y, tras revisar diversos aspectos, decidieron sancionar a M. L. con una multa de más de mil euros por no tener en regla su carnet de conducir, no llevar encendidas las luces adecuadas al momento y superar la carga permitida –el vehículo fue conducido previamente hasta el cuartel de la Benemérita para conocer el peso que transportaba–.Dos versiones

Según denunció la Guardia Civil, versión que ha sostenido el Ministerio Fiscal, M. L. sacó entonces un "fajo" de billetes de 50 euros y ofreció dos a cada uno de los agentes con el fin de que le fuera retirada la multa.


Sin embargo, el abogado defensor del procesado, Javier Catalán, sostuvo ayer que su representado no pudo hacer tal propuesta al no conocer el idioma español. "No entiende el castellano. Para comunicarse, se apoya en su familia y amigos", afirmó. Esta parte explicó que, al mostrar el dinero a los agentes, M. L. quería indicar que solo disponía de unos pocos recursos económicos para viajar a su país y que estos le habían sido prestados por otra persona.


Javier Catalán destacó que, no obstante, la conformidad alcanzada beneficia a su cliente, que no irá a prisión al carecer de antecedentes penales y podrá seguir trabajando en su lugar de residencia. M. L. ya pagó la multa de tráfico.