Fiebre 'auryner'

La firma de discos de la ‘boy band’ movilizó a cientos de seguidoras adolescentes
en la FNAC.

Auryn posan junto a cuatro 'fans' en el comienzo de la firma de discos en FNAC.
Fiebre 'auryner'
Oliver Duch

La efervescencia de los sentimientos adolescentes se manifiesta en el fenómeno fan que rodea a los artistas. La emoción, los sofocos y los gritos de júbilo envolvieron la visita de Auryn a Zaragoza para una firma de discos enmarcada en la promoción de su trabajo ‘Circus Avenue’. La presencia de Dani Fernández, Carlos Marco, Blas Cantó, David Lafuente y Álvaro Gango la tarde del martes en Fnac Plaza de España motivó que en la puerta de la tienda se formara una larga fila compuesta por cientos de jóvenes, en su mayoría chicas de entre 13 y 15 años, y por sus acompañantes adultos. Según fuentes de la organización, alrededor de 500 personas pudieron acceder al Fórum Fnac y saludar a sus ídolos en un acto que se prolongó casi tres horas y que tenía como requisito haber comprado el álbum.


La ilusión y los nervios reinaban en la cola, donde algunas ‘auryners’ (como así se denominan con orgullo sus seguidoras) aguardaban desde antes del mediodía. Mientras la ‘boy band’, desplazada en AVE, llegaba a la ciudad, Andrés Ochaíta (de Tool Music) y Vicente Gil (de Warner Music) ultimaban los detalles de la sesión. En el Fórum Fnac se habilitó un recorrido por el que las fans debían pasar en grupos de cinco para los ansiados autógrafos. Las fotografías resultantes se publicaron después en el Facebook de Auryn.


Andrea Sanz, que acudió junto a sus padres, fue la primera en conseguir las firmas. Las asistentes abrazaban y besaban a los cantantes, quienes también recibieron regalos. Blanca Romero, Jessica Pérez y varias amigas les entregaron cartas de amor y un libro para sus secretos, mientras que Yara Rodríguez y María López (disfrazadas de elefante y jirafa en un guiño a una aparición de Auryn) les dieron, entre otros obsequios, una tarta de chucherías. Tampoco faltaron incondicionales de municipios aragoneses e incluso navarros, por ejemplo Leyre Jurado, que viajó con su padre José Manuel desde Beriáin. Conforme las jóvenes salían de la sala se escuchaban frases como "me quiere, me quiere" y "qué monos son, por favor".