Palabras, silencio y una rosa para recordar a Canto Benito
Sobre el escaño que ocupaba la procuradora popular por Soria había depositada este martes una rosa roja.
Palabras de cariño, un minuto de silencio y una rosa depositada en su escaño han servido este martes para recordar a la procuradora del PP María Canto Benito, quien murió el pasado domingo tras luchar durante años contra un cáncer.
Antes de iniciarse al sesión plenaria, la presidenta de las Cortes de Castilla y León, Josefa García Cirac, ha aludido al dolor causado por la pérdida de su compañera de partido, que ha dejado una "triste ausencia" en el parlamento autonómico.
García Cirac ha destacado de Canto Benito su "compromiso" con los problemas de los ciudadanos y su "tenaz lucha contra las adversidades", por lo que la ha considerado un "ejemplo" para luchar por Castilla y León.
El minuto de silencio, guardado también para recordar las víctimas de la violencia machista, ha condicionado el inicio de la sesión plenaria y la portavoz socialista, Ana Redondo, primera en tomar la palabra tras este momento de homenaje, ha reconocido que era "muy difícil" emprender la actividad ordinaria del pleno.
Por esta razón y antes de entrar en la materia prevista en el pleno, Redondo ha aludido al "luto político" en que se encontraban las Cortes para recordar a una procuradora "entrañable", en alusión a Benito.
Medio millar de personas, entre familiares, amigos y compañeros, despidieron este lunes en la concatedral de San Pedro, en Soria, a María del Canto Benito, procuradora del Grupo Popular en las Cortes de Castilla y León, que falleció el domingo en Valladolid a los 55 años.
El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, y el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, estuvieron presentes al igual que el vicepresidente primero del Senado, Juan José Lucas; la propia presidenta de las Cortes, María Josefa García, y el alcalde de Soria, el socialista Carlos Martínez.
Los restos mortales de la procuradora, natural de Zamora y licenciada en Cirugía y Medicina por la Universidad de Salamanca, han sido incinerados hoy en el crematorio municipal de Soria
