Los partidos trazan estrategias para captar el voto de 30.500 aragoneses en el exterior

Su peso se traduce en hasta tres escaños. Critican la excesiva burocracia para ejercer el derecho.

Diecisiete partidos concurren en las elecciones autonómicas de Aragón
Mesa electoral en las elecciones de 2011
Heraldo

Una ciudad del tamaño de Teruel. Eso es lo que abarca, prácticamente, la diáspora aragonesa mayor de edad. O lo que es lo mismo, 30.539 votos, que tomando como referencia las pasadas elecciones autonómicas se traducen en hasta tres escaños en las Cortes de Aragón. Un 'pellizco' que, en unos comicios como los de mayo de 2015 (que se prevén especialmente ajustados), podría llegar a ser llave de gobierno en un escenario extremo.


Los diferentes partidos son conscientes de la importancia de movilizar a este electorado, por lo general poco participativo, y han comenzado a moverse en consecuencia. El PSOE-Aragón ya mantuvo la semana pasada una reunión en Ferraz con otras federaciones territoriales -como la asturiana, la madrileña o la manchega- para coordinar su campaña en el exterior. "El objetivo principal en estos momentos es lograr el mayor número de inscripciones de aragoneses al voto CERA (Censo Electoral de Residentes Ausentes). Luego veríamos dónde están esos posibles electores y qué podemos hacer para lograr su voto", explica Pilar Alegría, secretaria de Organización de los socialistas aragoneses.


Su estrategia pasa por una coordinación entre federaciones. "Partimos con la ventaja de tener una red de simpatizantes socialistas por todo el mundo que nos permite sectorializar los actos de campaña que realizaremos en las diferentes casas regionales. También venimos trabajando desde hace meses en una estrategia de 'mailing' y aprovecharemos la agenda de nuestros eurodiputados, como Inés Ayala", apunta Alegría. Otro aspecto que quiere reforzar el partido es la presencia en medios extranjeros, especialmente en los sudamericanos.


También el PP aragonés se va a apoyar en la estructura que el partido tiene en Europa y Sudamérica. "Dentro del partido tenemos un miembro del comité ejecutivo que organiza las estructuras territoriales en el extranjero. Además, en Aragón tenemos muy buena relación y contactos con el sur de Francia", explica Fernando Ledesma, vicesecretario de organización de los populares aragoneses. Asimismo, van a 'tirar' de los centros aragoneses en el exterior: "Las casas son el cauce más lógico para transmitir la información y las propuestas porque constituyen una organización muy bien estructurada". En el caso del PP, la propaganda electoral para las autonómicas estará centralizada desde la calle Génova.


Por su parte, la secretaria de organización de IU-Aragón, Paloma Lafuente, desvela que ya llevan tiempo trabajando con el colectivo de aragoneses en el exterior. "Nos han trasladado sus inquietudes e iniciativas, así como algunas preguntas que vamos a hacer llegar a las cortes", explica. Algunas de las medidas que quieren promover de cara a este grupo de aragoneses son tres leyes para regular la memoria histórica aragonesa, los derechos de la la ciudadanía aragonesa en el exterior y el retorno de los emigrados. "Algunos de los asuntos que más les preocupan son la actual ley electoral y los problemas derivados de su exclusión del sistema sanitario, por lo que vamos a seguir trabajando en esa línea", apunta Lafuente.


Chunta también ha comenzado a trazar su plan para captar el voto del Aragón emigrado. Aunque desde la organización aragonesista se reconoce cierta incentidumbre en los próximos comicios, debido sobre todo a la aparición de fuerzas emergentes, el partido quiere establecer un diálogo con los aragoneses en el extranjero para reforzar su programa. "Además de las agrupaciones que tenemos en Madrid, Barcelona o Valencia, también contamos con simpatizantes y militantes que se han visto obligados a salir a otros países. A través de ellos queremos que se nos trasladen propuestas para facilitar el retorno de aquellos que quieran volver a su tierra. Que nos digan en qué condiciones y con qué políticas lo harían", apunta Chuaquín Bernal, secretario de organización de CHA.


Las redes sociales y las casas aragonesas en el exterior jugarán un papel fundamental en la estrategia de CHA, igual que para otras formaciones, que saben que buena parte de los votantes en el extranjero se mueve alrededor de ellas. Es el caso de UPyD, que ya ha programado el envío de cartas a cada uno de los centros regionales en el extranjero con las que intentará animar al voto, trasladar sus propuestas políticas y promover la filiación. Para ello contarán "con la gente que el partido tiene en Argentina, Alemania o Bélgica", abunda Carlos Aparicio, coordinador de la formación magenta en Aragón.


El caso de Podemos es peculiar. A pesar de su corta trayectoria, la formación cuenta con numerosos círculos (agrupaciones) fuera de España, que desde el partido se cifran en más de un millar. "Tenemos gente trabajando en Bruselas, París, Londres... pero también en lugares tan remotos como Shanghái, Ecuador o Argentina", comenta el eurodiputado Pablo Echenique. A través de ellos buscan movilizar al electorado más 'indignado'. "En total -matiza- tenemos alrededor de 5.000 inscritos en nuestros círculos en el extranjero, formado en gran medida por gente que ha salido del país por motivos económicos. Además, tenemos la firme sospecha de que si el bipartidismo ya cayó en las pasadas elecciones, en el voto desde el exterior el fenómeno es aún más fuerte y, si logremos que se movilice, buena parte apoyará a Podemos".


Fuentes del PAR, formación que acaba de elegir a Arturo Aliaga como candidato a las Cortes y que todavía está trazando su estrategia de cara a los comicios, explican que todavía no han abordado esa cuestión.


Críticas al voto rogado


Una de las principales críticas en las que coincide toda la oposición (también el PAR) atañe a la ley electoral, que recoge la figura del voto rogado de los emigrantes españoles. Este les obliga a comunicar su voluntad de ejercer el derecho de sufragio para depositar la papeleta. Esta petición debe ser aprobada.


El voto rogado en las elecciones se introdujo en enero de 2011 gracias al pacto del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con el PP.