"La brigada de información se dedica ahora casi en exclusiva a los lobos solitarios"

jesús navarro I comisario provincial de zaragoza I Los bajos índices delictivos de Zaragoza hacen que el nuevo jefe de la Policía Nacional se preocupe por problemas en auge como el yihadismo o la corrupción

El comisario Jesús Navarro en la Jefatura Superior de Policía.
"La brigada de información se dedica ahora casi en exclusiva a los lobos solitarios"
asier alcorta

Lleva apenas unos meses en Zaragoza, pero el comisario Jesús Navarro asegura haberle tomado ya el pulso a un destino y una plantilla de cuya "juventud y enorme entusiasmo" ya había

oído hablar.Aunque nació hace 59 años en la localidad gerundense de Puigcerdá, el nuevo número 2 de la Jefatura Superior de Policía de Aragón pasó toda su infancia en la comarca de Calatayud, donde su padre estaba destinado como Guardia Civil. Su vinculación al Cuerpo Nacional le ha llevado por distintos destinos –Barcelona y San Sebastián, entre otros–, pero durante los dos últimos años ha ejercido como comisario provincial de Teruel.


Pasar de una ciudad con 34.000 habitantes a una que ronda los 700.000 no tiene que ser fácil. ¿Le inquieta?

Aunque a diferente a escala, yo creo que la realidad delictiva no cambia mucho. Lo que preocupa a la gente de aquí es tener seguridad en la calle y en sus casas para poder llevar una vida normal. Y eso es lo que busca cualquiera en cualquier parte. Por lo que he visto, en Zaragoza los principales delitos están relacionados con los robos en pisos, la delincuencia itinerante, las bandas organizadas, la violencia de género... Problemas comunes a Teruel, aunque obviamente a diferente nivel. Lo que sí he detectado es que aquí hay muchas más agresiones.


Habla de delincuencia común, pero la corrupción parece formar ya parte de ella. ¿Piensa dar alguna prioridad a este problema?

Yo cuando trataba el tema del terrorismo lo hacía como el delito que es, porque aunque parezca una cosa de otro mundo y desgraciadamente provoque muertes, nuestra única forma de combatirlo es desde el reproche penal. Con la corrupción sucede lo mismo. Se trata de otro delito contra el que hay que luchar y me consta que aquí se está haciendo un trabajo excepcional, con gente joven que tiene una vocación y entusiasmo enormes. Contamos con un grupo de Delincuencia Económica y otro de Blanqueo con especialistas dedicados en cuerpo y alma, a los que apoya el Grupo de Delitos Tecnológicos. Yo soy optimista, porque he visto estadísticas y aquí se han hecho importantes operaciones anticorrupción. Además, hay abiertas investigaciones que ya saldrán en su momento, pero su éxito se basa en la discreción.


¿Cómo valora la preparación técnica de estas unidades anticorrupción? Porque hay profesionales del derecho que cuestionan algunos informes policiales.

Estamos hablando de delitos de cohecho, malversación, tráfico de influencias... delitos que no son fáciles de trabajar. Pero aquí se hace a la perfección, porque tenemos economistas y gente muy formada en este ámbito. Son especialistas preparados y que técnicamente no tienen nada que envidiar a nadie, porque de otra manera no podríamos investigar. Yo no puedo estudiar un balance de una compañía, pero esta gente lo hace con los ojos cerrados. Yquien ponga en duda esto no tiene ninguna razón.


Los abogados se quejan de que imputan demasiado fácil y con poca base ciertos delitos.

Nosotros trabajamos con el Código Penal delante y tenemos que circunscribirnos a sus artículos. Pero no se olvide que aquí nadie califica, lo que tratamos es de orientar con nuestro trabajo a los jueces, que son los quienes verdaderamente dirigen causas. Y ya dirán ellos si estamos ante uno u otro delito.


¿Hay buena sintonía con los jueces y fiscales?

La verdad es que sí. Y prueba de ello es que a principios de la próxima semana tenemos una reunión con los fiscales de la nueva unidad especial anticorrupción de la Fiscalía Provincial de Zaragoza. Con ellos vamos a hablar básicamente de lo que llevamos entre manos. Se trata de conocernos y de ofrecerles nuestra colaboración.


Cuando le preguntamos al juez decano de Zaragoza qué necesitaban ellos para combatir mejor los delitos de corrupción contestó que los mismos medios con que cuentan los magistrados de la Audiencia Nacional. Es decir, poder dar órdenes directas a los policías o a los inspectores de Hacienda para evitar oficios y trámites que ralentizan las investigaciones. ¿También lo cree usted?

Para nosotros sería alcanzar una vieja aspiración. Dependiendo directamente de ellos, tanto de jueces como fiscales, seguro que ganaríamos mucho tiempo. Además, facilitaría un conocimiento inmediato de las cosas y nosotros estaríamos encantados. Tarde o temprano yo creo que se trabajara así.


Hablaba usted de afrontar el problema del terrorismo como un delito más. Pero lo cierto es que esta lacra ofrece ahora un rostro muy diferente. Antes la principal amenaza era ETA y ahora parecen serlo los llamados lobos solitarios del terrorismo yihadista.

No sé quién acuñó el término pero la verdad es que es muy apropiado y lo cierto es que está habiendo detenciones de este tipo de gente en toda Europa. Obviamente el terrorismo como lo conocíamos ya no existe y el yihadista es otra historia. Los lobos solitarios no necesitan ni preparación ni infraestructura, pero son individuos peligrosos que están llegando aquí y nos obligan a estar en constante alerta, porque sus acciones se pueden producir en cualquier momento y lugar. No nos olvidemos de que el año pasado se detuvo en Zaragoza a un argelino que fue a prisión y ya ha sido expulsado. No sabía donde iba a hacerlo, pero estaba plenamente mentalizado para atentar.


¿Cómo se puede detectar a un radical que actúa solo y puede hacerlo en cualquier lugar?

La brigada de información se dedica ahora prácticamente en exclusiva a esto. Se ha convertido en una prioridad en materia de terrorismo. El trabajo tradicional ya no tiene sentido. Ahora, es fundamental la información de unos cuerpos con otros, pero sobre todo con otros países.


¿Cree que la crisis y los problemas económicos han conducido al extremismo a algunos jóvenes?

A estos más que la crisis les afectan los genes. Si recordamos los casos de los últimos degollados, estamos viendo que los autores de este tipo de ataques pueden ser ingleses, franceses, italianos o españoles. Ya no son oriundos de países árabes, sino gente europea que lleva el gen del islamismo en la cabeza. Para combatirlos, hay que estar muy atento a los comportamientos de la calle. Y aunque es muy difícil detectar a estos individuos, se les detecta.

"La comisaría del Arrabal no se va a cerrar"
A usted le gusta que la Policía esté en contacto directo con el ciudadano. ¿Es posible esa proximidad en una ciudad del tamaño de Zaragoza?

Se puede aplicar igual. De hecho ya he hablado con la gente de Participación Ciudadana para hacer charlas tanto en colegios como en residencias de la tercera edad y centros de día. En una ciudad como esta sigue habiendo tocomochos, estampitas e incluso timos nuevos como el del abrazo. Y hay que advertir a los ancianos para que tengan cuidado con sus ambiciones y avaricias.


El Grupo de Hurtos juega aquí un papel importante.

Fundamental.Porque a mí me preocupa primero la prevención, pero también que se detenga a los delincuentes. Y el Grupo de Hurtos lleva ya unos 270 arrestos en lo que va de año. Hablamos no solo de robos de carteras, sino también de nuevas modalidades de delincuencia como el mencionado timo del beso y el abrazo. Tampoco quiero olvidarme del trabajo que se hace en las comisarías, que a veces pasa inadvertido pero que es básico para que todo funcione. Y entre ellas la de Calatayud, que está haciendo unos servicios estupendos.


Hablando de comisarías, ¿ha estado el futuro de la del barrio del Arrabal en el aire?

Le puedo decir que a día de hoy no hay ningún debate abierto, esa comisaría no se va a cerrar. Es importante y seguirá existiendo.


¿Con todos sus servicios, horarios y plantilla?

Tal y como está funcionando ahora lo va a seguir haciendo. Con los mismos horarios e idéntico trabajo. Y si es posible más.


Permítame que le pregunte. ¿Van ya sus agentes mejor vestidos a los juicios y los juzgados?

(Ríe) Había quejas de jueces y de otras personas, sí. Yo lo único que hice fue aconsejar a la gente que fuera debidamente aseada y vestida. Igual me equivoqué al redactar el primer escrito, pero enseguida lo aclaré. Nunca llamé guarro a nadie.