Varios cotillones discriminan por género y cobran precios más altos a los hombres

La Unión de Consumidores invita a denunciar diferencias en las tarifas, que superan hasta los diez euros.

En los tablones del campus de San Francisco se anuncian hasta seis bares con precios discriminatorios
Varios cotillones discriminan por género y cobran precios más altos a los hombres
A. Alcorta

Barra libre, recena y los mejores pinchadiscos, pero a distintos precios en función de si se es hombre o mujer. La promoción de los cotillones zaragozanos ha vuelto a evidenciar que a pesar de las leyes de Igualdad y de las indicaciones de la Dirección General de Consumo, persisten las discriminaciones de tarifas en función del género. Hasta diez euros menos pagarán las chicas por algunas fiestas de fin de año que se celebran en los bares zaragozanos –supuestamente– porque su presencia sirve de reclamo para los chicos que no dudan en rascarse el bolsillo a pesar de que se les requieren precios más altos.


La Unión de Consumidores de Aragón anima a los clientes a que denuncien estas situaciones, si bien en los ámbitos del ocio nocturno reconocen que es moneda de uso común que las mujeres entren gratis en algunas discotecas y los hombres tengan que pagar. La premisa es que cuantas más mujeres acudan a los bares, más éxito tendrá el negocio, pero estas "razones exclusivamente económicas no pueden ser contrarias al sentido común ni estar por encima de conductas discriminatorias", apuntan los consumidores. En ‘petit comité’ algunos hosteleros argumentan que las mujeres pagan menos en las fiestas con barra libre porque también beben menos, consumen menos alcohol, y los precios están tan ajustados que con tarifas igualadas no les saldría a cuenta montar estas fiestas.


Basta con acercarse al campus de San Francisco para ver cómo en los tablones de anuncios hay hasta media docena de bares con precios discriminatorios. Se trata de conocidos locales no solo del distrito Universidad, sino también del Camino de las Torres, María Lostal, Gran Vía, Cesáreo Alierta... Las diferencias de precio oscilan entre los tres y los diez euros, y los precios medios de los cotillones con recena y bebidas de primeras marcas ronda los 40 euros para ellos, y 30, ellas. Un caso diferente es el del macrocotillón del Parquin Norte, que cobra distintas tarifas a los adultos y menores (35 y 30 euros), si bien en este caso también la oferta será diferente y ambos espacios estarán separados.


Sergio Larraga, director general de Consumo, asegura que en precios no es admisible una discriminación por razón de sexo, aunque es necesario analizar muchas cosas antes de que el Gobierno pueda actuar de oficio y, sobre todo, después de una sentencia que anuló una multa impuesta por Consumo a las autoescuelas que ofrecían tarifa diferentes a hombres y mujeres. No obstante, reconoce la DGA que esta es una de las quejas más habituales de los cotillones y, aunque no se tacha de ilegal, sí "hay normativas que podrían aplicarse" porque "la libertad de los comercios no puede estar por encima de conductas discriminatorias". Larraga advierte de que su departamento hará la próxima Navidad un esfuerzo extra para controlar todas las fiestas de Año Nuevo, después de los muchos problemas que generó el macrocotillón del Príncipe Felipe del año pasado. En esta campaña se prestará especial atención a que no se utilicen imágenes sexistas de mujeres para promocionar determinadas fiestas.


La DGA también redoblará sus controles en que la publicidad sea veraz, en que existan hojas de reclamaciones en los recintos y en que en las condiciones de contratación se informe –por ejemplo– si la barra libre es de primeras marcas o si esta queda limitada a un número determinado de consumiciones.