Las negociaciones con la Sareb por el edificio del Gancho se complican

El principio de acuerdo está prácticamente roto porque, según la plataforma, el banco malo quiere cobrar un alquiler social mayor a las tres familias que estaban de okupas.

La negociación parecía encarrilada. Pero en las últimas semanas se ha tensado y el principio de acuerdo que se había alcanzado está prácticamente roto. Esta es la situación en la que se encuentran las conversaciones entre Stop Desahucios y el banco malo, propietario del edificio de la calle de Mariano Cerezo que la plataforma ha bautizado como ‘La esperanza de El Gancho’. Se trata del primer inmueble que Stop Desahucios ha "recuperado", en el que viven ocho familias. La plataforma había comunicado en septiembre que había llegado a un principio de acuerdo con la Sareb por el que estas familias iban a pasar a vivir allí pagando un alquiler social de 150 euros. Pero ahora desde Stop Desahucios explican que el banco malo ha dado marcha atrás y que se niega a que se beneficien de dicho acuerdo las tres familias que estaban de okupas.


Según las mismas fuentes, la Sareb exige que estas personas paguen un alquiler 50 euros mayor, llegando hasta los 200 mensuales. La plataforma se niega a ello y asegura que no renunciará a lo que se acordó en su día.


La historia de este edificio se remonta a 2005, cuando un empresario lo levantó y empezó a comercializar sus ocho viviendas en régimen de alquiler social. Así entraron cinco de las ocho familias que viven ahora y, de hecho, algunas residen allí prácticamente desde el inicio. Sin embargo, al llegar la crisis, este promotor se fue a la quiebra y Caja España se quedó con la propiedad del inmueble en mayo de 2012. Desde ese momento, según Stop Desahucios y los vecinos, ningún responsable del banco se preocupó por la situación pese a que el inmueble sufrió desperfectos y tampoco se les atendió convenientemente en la oficina (Caja España lo niega). Esta entidad transfirió el inmueble a la Sareb en noviembre de 2013 y los inquilinos se enteraron de ello con una notificación en la que les exigía a cada unos 6.000 euros por lo no abonado durante este tiempo a Caja España. La negociación con Stop Desahucios permitió posponer los desalojos que el banco malo había solicitado en los juzgados.