De 'shopping' sin pasar por caja

El Grupo de Hurtos y Carteras de la Policía ultima su particular campaña de Navidad, en la que carteristas y sirleros trabajan a destajo saqueando comercios con procedimientos cada vez más sofisticados.

El instrumental del sirlero se actualiza
De 'shopping' sin pasar por caja

Como el turrón y el sorteo extraordinario de la lotería, carteristas y sirleros regresan cada año por Navidad. Pero a diferencia de los maestros artesanos de Jijona y de los niños de San Ildelfonso, estos delincuentes han empezado a renunciar a la tradición en un claro intento de adaptarse a los nuevos tiempos. Porque si antes recurrían a un simple papel de plata para burlar los arcos de seguridad de los comercios, ahora comienza a expandirse la moda del inhibidor. Un dispositivo que complica todavía más el trabajo del indicativo ‘Sombra’, el equipo de especialistas de la Policía Nacional que forma el subgrupo de Hurtos.


Como los delincuentes, estos funcionarios están sometidos a un reciclaje constante y eso les ha permitido practicar 336 arrestos en lo que va de año. A diferencia de sus compañeros, ellos visten de paisano y pasan inadvertidos. Haciendo honor a su indicativo, no se les ve pero están. No podría ser de otra manera, ya que su trabajo consiste en pegarse al delincuente para abalanzarse sobre él en cuanto introduce su mano en bolso ajeno o le sorprenden de ‘compras’ sin pasar por caja. Para estos agentes comienza ahora la temporada alta, pero aseguran estar "preparados y motivados".


"Se ha asociado tradicionalmente este tipo de delincuencia a pequeños raterillos y clanes familiares de un ámbito marginal, pero lo cierto es que cada vez son más habituales las bandas internacionales itinerantes y los profesionales de primer nivel", explican los subinspectores Alarcón y Marco. "Los imanes se siguen usando, pero ahora se abre paso la tecnología. De hecho, hemos detectado ya inhibidores capaces de crear una burbuja con un radio de hasta cinco metros para neutralizar las alarmas", asegura el primero, responsable del Grupo.


Otra de las habilidades de los carteristas es su capacidad de camuflarse en el paisaje y pasar tan inadvertido como los propios policías que los persiguen. "Se mimetizan con los ambientes en los que deciden actuar y son uno más entre la gente en el caso que se trabajen los autobuses o el tranvía, o entre los compradores de videojuegos o ropa en unos grandes almacenes", explican los funcionarios.


Ahora que empezará el dispositivo policial denominado Comercio seguro, los agentes no quieren dejar pasar la oportunidad de recordar a los ciudadanos que la mejor forma de evitar sufrir un hurto es estar atento a las pertenencias y carteras. Sí que reconocen que hay víctimas más vulnerables que otras sobre los que los ladrones ponen las manos sin ningún escrúpulo. "Es el caso de los ancianos que van cada mes al banco a sacar su pensión. En estos casos lo que les recomendamos es que vayan acompañados, pues eso ahuyenta a los delincuentes", afirman.


El trabajo policial ha hecho desistir a muchos carteristas de venir a Zaragoza, ya que este no se limita a detenerlos sino que hace un trabajo integral: desmenuza la vida del delincuente. Para eso, cuenta con agentes comprometidos con su trabajo y con disponibilidad casi absoluta, así como con el apoyo de la Brigada de Seguridad Ciudadana.