El Madrid da las gracias a Cristiano

El portugués firma un nuevo triplete –el número 23– y el líder iguala el récord de las 18 victorias consecutivas del Barça de Rijkaar.

Cristiano Ronaldo celebra uno de los tres goles que marcó ayer en el Santiago Bernabéu
El Madrid da las gracias a Cristiano
Javier Soriano/afp

El líder siempre tiene que dar las gracias a Cristiano Ronaldo, pero tras el triunfo ante el Celta en un discreto partido de los blancos, lastrados por la sanción a Isco y por un centro del campo endeble, todavía más, porque gracias a un penalti provocado por el delantero portugués, y a un derechazo del ‘crack’, sentenció al Celta cuando el duelo estaba descontrolado. Así, el Madrid de Ancelotti pudo igualar el récord del Barça de Rijkaard de 18 victorias consecutivas. El Real Madrid continúa con su fantástica racha relanzado por quien está llamado a conquistar de nuevo el Balón de Oro. Porque este año Cristiano se lo ha vuelto a ganar como futbolista genial e insaciable, y autor ya de 200 goles en la Liga –23 en el presente campeonato–, aunque siete de ellos hayan sido de penalti y el que abrió el camino del triunfo ante el Celta fuese inexistente.


El segundo tanto de Cristiano, sin embargo, fue uno de los que esperaba el Bernabéu, donde el portugués voraz ya ha marcado de forma consecutiva en los 17 últimos encuentros. Una gran volea con su derecha, que sirvió para fulminar de forma definitiva a un Celta que, ante tanto ímpetu, sólo pudo aguantar poco más de una hora. Después de conseguir el tercero, para convertirse también en el jugador con más tripletes en la historia de la Liga (23 ‘hat tricks’) –por delante de Zarra y Di Stéfano–, el luso fue sustituido, algo nada habitual, al merecido grito de "¡Balón de Oro!". Y el Bernabéu respiró con el descanso concedido al astro porque, aunque sea una máquina, no era cuestión de arriesgar después de que James se hubiese roto el gemelo.


El Celta fue atrevido; quiso jugar y jugó, ya que se lo permitió un rival con un centro del campo novedoso, que no está acostumbrado a la presión (Illarramendi-Kroos-James) y provocó cierto malestar del Bernabéu. Fue la BBC, formada por Bale, Benzema y Cristiano, la que hizo temblar a la defensa del Celta durante todo un primer tiempo en el que, en cuanto a juego, el partido estuvo muy equilibrado. A pesar de que el aún inexperto Illarramendi cumplió y sacó el balón con claridad, apenas hubo recuperación ante un conjunto vigués que tocaba con muchísima paciencia, sin oposición de los blancos, que permitían llegar a los gallegos hasta casi el borde del área.


Después de que arriba Nolito y compañía fuesen incapaces de sorprender frente al muro liderado por Pepe y Sergio Ramos, y de que el Madrid malograse al menos cuatro ocasiones, llegó la jugada fatídica en forma de penalti que hundió al Celta hasta el descanso. Tras el intermedio, fue el conjunto de Berizzo el que dio un paso al frente para ser superior a un equipo blanco sin agresividad. Pendiente sólo de las individualidades. Y por encima de todas, de Cristiano, que apareció cuando su equipo más necesitaba a quien en la actualidad es el mejor futbolista del mundo y no deja de buscar récords goleadores.