Bajo el sol y el viento

El único participante en la modalidad de canicross, Jaime Luis Gómez, junto a su perro Buffer, fueron los primeros en tomar la salida en Peñalba de la XXIII Travesía de Los Monegros con Perros de Tiro, que esta edición cuenta con la inscripción de 20 equipos. Por delante, más de 155 kilómetros a recorrer antes del lunes al mediodía. Le siguieron, en intervalos de dos minutos, los participantes en bicicleta y patín, seguidos de aquellos en triciclos y karts con hasta doce perros. A las once, la totalidad de los participantes estaban camino a la Ermita de San Gregorio, en la localidad de Ontiñena, y las estrategias para afrontar la travesía eran tantas como mushers en acción.

La temperatura, siempre fundamental para el correcto desarrollo de pruebas deportivas con perros de tiro, era la adecuada, por debajo de los diez grados. A pesar de un sol de justicia, que por otro lado permitió disfrutar a los corredores del paisaje tradicional de la zona –verdes campos de labranza bordeados por sabinas–, el principal problema fue el viento, que dificultó el avance de los equipos y obligó a hidratar a los perros con mayor frecuencia.

Después del primer tramo, que llevaba desde Peñalba hasta la Ermita de San Gregorio, algunos corredores de tiros largos decidieron realizar parte del descanso obligatorio de ocho horas, con la intención de realizar los siguientes tramos a partir de las seis de la tarde con la bajada del sol. Otros mushers, animados por el buen trabajo que estaban realizando sus canes, siguieron hacia el segundo tramo circular alrededor de la ermita. Las previsiones más optimistas auguran que hoy, empezarán a llegar los primeros participantes en finalizar los seis tramos, completando los 155 kilómetros que los conforman, y habiendo cumplido con las ocho horas de parada prevista por la organización.