Pocos podían imaginar que un servicio tan demandado como las escuelas infantiles también podía verse afectado por la crisis. Pero así ha sido. La dificultad de conciliar el trabajo con el cuidado de los hijos siempre ha sido la principal causa del éxito de estos centros, pero en las familias que están sufriendo el drama del paro esta necesidad ha desaparecido y muchos de ellos han optado por cuidar a sus hijos de entre 4 y 36 meses en sus casas, ahorrándose así el precio de una escolarización que no es obligatoria. De esta forma, si el curso 2012-2013 estuvieron matriculados 12.562 niños en centros autorizados por el Gobierno de Aragón, el año anterior esta cifra se redujo hasta los 12.010 y este curso Educación prevé un dato similar.

Por tanto, el bajón global no es muy fuerte, pero sí muy sintomático porque rompe con un crecimiento espectacular que parecía imparable. No en vano, la escolarización de niños de hasta 3 años se había multiplicado por ocho en solo una década: en el curso 2002-2003 solo había matriculados 1.699 alumnos en estos centros.

El director general de Ordenación Académica del Gobierno de Aragón, Marco Rando, prefiere hablar de "mantenimiento" de las cifras en lugar de descenso porque explica que la crisis también ha reducido el número de nacimientos en la Comunidad (vienen al mundo unos 900 aragoneses menos que antes de la recesión, según el Instituto Nacional de Estadística). Añade que también influye la aparición de nueva oferta que no cuenta con la autorización de la DGA -al no cumplir los criterios que Educación establece para que se le considera escuela infantil-, lo que ha contribuido a que la ‘tarta’ de clientes se esté distribuyendo en trozos más pequeños. "Somos conscientes de que cada día se abren más ludotecas, centros de ocio y similares para cuidar a niños de estas edades. Pero en ningún caso se les puede llamar escuelas infantiles pese a que este tipo centros acaben restando matrícula a las autorizadas por Educación", argumenta. Los apuntados en esas opciones no aparecen en las estadísticas de la DGA.

Más ‘madres de día’

Ana Acosta, presidenta de la asociación aragonesa de Centros de Educación Infantil, critica también la aparición de ‘madres de día’: mujeres que se han montado una guardería en sus propias casas, algo que considera "al menos alegal". "También hay muchas familias que recurren a los abuelos -explica-, porque con un sueldo justito no se puede llevar a los hijos a una escuela".

Según Acosta, todos estos factores -derivados de la crisis y del aumento de la oferta- han provocado que las escuelas infantiles autorizadas hayan perdido de media más de un 30% de alumnos en los últimos años, incluyendo en esta cifra a los centros privados. Un buen botón de muestra son las del Ayuntamiento de Zaragoza, que llevan notando un descenso de demanda desde 2011 y ya acumulan una caída del 25%. De hecho, si ese curso recibieron 1.460 solicitudes, este año se han quedado en 1.080. Jerónimo Blasco, concejal de Educación, apunta que este retroceso es "muy significativo", aunque ahora "la oferta se ha ajustado a la demanda, ya que el Ayuntamiento ofrece 1.005 plazas".

Blasco entiende que, en la actualidad, no es necesario que el Consistorio abra ningún centro más de este tipo. Algo que, además, no considera razonable dado que la nueva ley de régimen local declaró que esta competencia es impropia de las administraciones municipales. "No parece necesario dada la demanda y no creo que nos autorizasen, porque aún está pendiente de ver quién va a acabar financiándolas. La DGA no ha hecho nada por ahora porque no tienen dinero para pagarlas", añade.

El concejal de Educación también cree que se debería tomar una decisión a nivel nacional de a qué edad sería idóneo que la escolarización sea obligatoria: "Los ayuntamientos hemos creado estas escuelas para cubrir una necesidad. Pero esto no es un servicio porque no es universal y por ello hay mucha gente que no puede acceder a él, lo que no me gusta".

¿Es mejor escolarizarlos?

Blasco se refiere con ello a la gran cantidad de escuelas privadas que existen para cubrir esta necesidad. De hecho, de los 12.000 aragoneses que hay en centros autorizados, el 46% están en negocios privados. Por su parte, Rando dice que en la DGA valoran este hecho "de forma favorable" y añade que esa iniciativa privada "es interesante y enriquecedora" para el sistema educativo.

En cuanto a la edad en la que sería idóneo escolarizar a los hijos, Rando recuerda que hay dos puntos de vista antagónicos: los que creen que el menor está mejor en casa hasta los 6 años; y los que defienden que una escolarización temprana les ayuda a desarrollarse antes. "Lo único que está constatado es que, cuando se entra en el segundo ciclo de Infantil, los niños que ya tienen una trayectoria se adaptan más rápido", concluye.