Sanidad insiste en que el Gállego "no supone riesgo para la salud"

El consejero dice que tampoco hay peligro en las frutas y hortalizas regadas con agua contaminada.

"El consumo continuado de agua de boca con los niveles máximos hallados en el río Gállego estos últimos días no supone un riesgo para la salud de las personas, ni de los animales". Así lo asegura el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, en base a lo publicado por la Agencia Aragonesa de Seguridad Alimentaria. En sendas respuestas idénticas a dos preguntas parlamentarias del diputado de CHA Joaquín Palacín sobre las consecuencias de beber y consumir frutas y hortalizas regadas con agua contaminada del Gállego, el consejero explica que "no se han descrito intoxicaciones crónicas atribuibles a esta sustancia debido al contacto con ella en dosis bajas a largo plazo".


En este sentido, Oliván recuerda que las dosis tóxicas para los humanos se sitúan entre los 50 y 100 miligramos/kg, lo que para un adulto de 70 kilos de peso, equivaldría a 3,5 gramos del pesticida. Y para consumir esa dosis perjudicial, sería necesario ingerir 75.000 litros de agua con una concentración de 2 microgramos de lindano, el límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es 20 veces superior al permitido por la Unión Europea (0,10).


Afecciones en trabajadores


Sin embargo, en su contestación Oliván advierte de que en trabajadores expuestos en las plantas de producción de este pesticida "se han informado algunos casos de alteraciones hematológicas", si bien "la relación de causalidad no está bien establecida", matiza.


Añade que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer, dependiente de la OMS, no ha clasificado ninguno de los isómeros del lindano como cancerígeno humano ni entre los agentes genotóxicos. Sí los considera cancerígenos la Agencia de Protección Medioambiental norteamericana, pero "no hay evidencia de relación causal en estudios epidemiológicos humanos, aunque puede haber datos de carcinogenicidad en animales de experimentación", detalla Oliván.


Tras la nueva prohibición de beber del grifo, el alcalde de Santa Eulalia de Gállego, José Antonio Casaucau, remitió el martes una carta al consejero para volver a reclamar un estudio de las afecciones del agua contaminada en la población de la zona. Recordó que ya lo pidieron al inicio de la crisis "pero Sanidad dijo que no era un problema de salud, solo medioambiental", afirmó el edil.


Por su parte, fuentes del departamento que dirige Oliván aclararon ayer que Salud Pública ya dispone de un mecanismo de control "permanente" conocido como OMI y que en su sección de Información e Investigación Sanitaria, a través del análisis de los datos, mide el estado de salud en Aragón. Para ello, explicaron, "se evalúa la prevalencia y la distribución geográfica de los principales indicadores y se identifica el nivel de riesgo o estado de cada zona básica de salud, con el objeto de ser una herramienta útil para la planificación de estrategias en Salud Pública (cáncer, dislipemia o colesterol, asma...)".


Por su parte, el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, asegura en otra respuesta parlamentaria a CHA que la contaminación del río no ha causado "ninguna incidencia significativa" en las industrias agroalimentarias de Sabiñánigo y Villanueva.