Heraldo del Campo

Antonio Ruiz, un agricultor ecológico y 'destacado'

La Alianza de Agroalimentaria Aragonesa ha reconocido su trayectoria con el galardón de Agricultor Destacado en este 2014.

Antonio Ruiz, un agricultor ecológico y 'destacado'
Antonio Ruiz, un agricultor ecológico y 'destacado'
M.N

Antonio Ruiz tiene 62 años y nació en Carenas, Zaragoza. Aunque desde 1959, tiene su casa y su vida en Bardenas, en la Comarca de las Cinco Villas. Estudió hasta los dieciséis años y cuando terminó el antiguo bachiller laboral, empezó a dedicarse a la agricultura. Sin embargo, en 1988, un problema de salud le llevó a cambiar el rumbo de sus trabajos en el campo. El médico le detectó un problema en las entradas de los pulmones que achacó al tabaco. “Lo raro era que yo nunca había fumado”, recuerda Ruiz. “Entonces me preguntó que dónde trabaja y tuve que llevarle algunas de las etiquetas de fitosanitarios que utilizaba”, continúa el agricultor.


Por aquel entonces, Ruiz tenía cuatro hectáreas de frutales. Al llevarle las etiquetas al especialista, este le recomendó que cambiase de trabajo por los organoclorados y los organofosforados que utilizaba para combatir la plagas de sus árboles. Los pesticidas artificiales le estaban secando las entradas de los pulmones. “Ahora que el lindano ha vuelto al candelero de la actualidad, me he vuelto a acordar de aquella dolencia”, cuenta.


Dos años antes, su hermano José lo había invitado a una charla. Su padre lo acompañó. Se trataba de la presentación del libro ‘Tierra y Pan’, de la editorial Integral. “Decía su autor Kjell Arman que se podía combatir el pulgón con jabón de potasa y alcohol. Y, mi padre, que era una persona muy abierta a todo lo nuevo, se lo planteó, pero a mi me sonó a chiste”, confiesa Ruiz.


En 1989, preocupado por su problema pulmonar, decidió poner un huerto donde todo fuese natural, sin ningún tipo de química. “Resultó bien y eso nos animó a ensayar con un par de hectáreas de hortalizas, pimientos y puerros que después vendíamos en el puesto 42 de Mercazaragoza”, recuerda. “En el resto de la tierra, seguíamos cultivando de forma convencional, principalmente maíz”, añade. Hoy, tiene 45 hectáreas, todas ellas inscritas en el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, y en ellas siembra un tercio de alfalfa, otro tercio de cereales y el resto lo dedica a las hortalizas: cebollas, tomates, puerros, patatas lechugas albahaca “y, por supuesto, pimientos de piquillo, que son desde hace muchos años, la seña de identidad de Bardenas”, puntualiza el agricultor.


Ruiz asegura que cuando empezó, tenía muchas ganas, pero le costaba aprender. “Ahora pienso, que aparte de la reconversión de unos años que la tierra necesita para ser ecológica, es más importante aún la reconversión del propio agricultor. Observar cómo funciona la Naturaleza y aprender de ella, es totalmente necesario y eso es la clave de tener más o menos problemas”, asegura.Un holandés le dio el empujón definitivo

Hasta 1994, casi todo lo que producía iba al mercado convencional. “Bajábamos a Zaragoza y repartíamos pequeñas cantidades en una decena de herbodietéticas, pero el consumo no crecía”, recuerda. Aquel mismo año acudió a una feria en Bilbao y participó en un stand compartido. Y allí cambió todo. “Conocí a un holandés que me propuso hacer una programación de cultivos, para la exportación. Nuestro estado de ánimo cambió y en la primavera siguiente fuimos por primera vez a la feria alemana de Biofach, ampliando nuestros clientes del mercado exterior”, cuenta Ruiz.


Hoy exporta el 50% de su producción a países europeos. El resto se queda en el mercado nacional. Su hijo mayor le acompaña en esta hazaña ecológica que Ruiz califica como “la aventura de su vida”. También se llama Antonio y forma parte de la veintena de agricultores que se cuentan en las Cinco Villas. Pidió una excedencia de su trabajo hace dos años para coger el relevo de su padre, quien se muestra “orgulloso” de él porque a pesar de haber estudiado y haber trabajado fuera, nunca se ha desvinculado de la tierra ni del pueblo. “Estudió Ingeniería Técnica Agrícola y su proyecto fin de carrera fue el primero íntegro de Agricultura Ecológica de todas las universidades españolas”, cuenta el padre.La Alianza Agroalimentaria Aragonesa lo ha reconocido como agricultor destacado

Después de tantos años, Antonio se sigue sorprendiendo con los resultados de la agricultura que practica. Pero su última sorpresa se la ha dado La Alianza Agroalimentaria Aragonesa. En su afán por reconocer la aportación de personas y entidades a la creación y difusión de los valores relacionados con la producción de alimentos y el mundo rural, en el ámbito nacional o internacional, recientemente, reconocía su trayectoria profesional nombrándolo Agricultor Destacado de este 2014.


“Este premio tiene un sentido especial para mí, primero porque viene de la sociedad civil. Segundo, porque reconoce el esfuerzo que tuvimos que hacer los primeros años, con muchísimos menos medios y conocimiento sobre este tipo de agricultura de los que ahora disponemos afortunadamente”, asegura Antonio. “Estoy orgulloso por este reconocimiento, pero también porque a mis sesenta y dos años, puedo afirmar que la Agricultura Ecológica es un arte, que ayuda a evolucionar al ser humano y porque estoy convencido, de que las enfermedades de las plantas, de los insectos, de los animales, de los seres humanos y del Planeta Tierra, están estrechamente ligadas entre sí”, concluye.En la Comarca de las Cinco Villas hay una veintena de agricultores ecológicos

La socidad a pesar de la crisis económica cada vez demanda, más alimentos saludables para las personas y el medio ambiente. La necesidad vital que tenemos los seres humanos de cuidar y mantener en lo posible nuestro planeta de forma sostenible, pasa sin lugar a dudas por una agricultura que contribuya a ello. Desde mi experiencia afirmo que es posible, que tiene futuro, pero hace falta que los difentes gobiernos apuesten por ello. Los primeros años de reconversión, son difíciles, pero hay ayudas cofinanciadas por la Unión Europea para ello, y es una pena y una verguenza,que no se aprovechen totalmente, como hacen otros paises. Sin duda alguna la Agricultura Ecológica podía ser uno de los pilares básicos del Desarrollo Rural.