La nueva amenaza para los buitres

La Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos alerta del riesgo del uso veterinario de un fármaco, tóxico para estas aves.

na bandada de buitres, en una explotación ganadera de Tramaced (Huesca).
La nueva amenaza para los buitres
Javier Blasco

El uso veterinario del diclofenaco, un medicamento antiinflamatorio para tratar dolencias musculares en ganado bovino, porcino o equino, causó en solo 15 años una reducción de más de 97% de las poblaciones de tres especies de buitres en varios países asiáticos, con la muerte de millones de ejemplares. La presión de organizaciones ecologistas logró que el fármaco se prohibiera entre 2006 y 2010 en Bangladesh, la India, Nepal y Pakistán. En España fue autorizado en 2013 y la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) se ha dirigido al Gobierno de Aragón para que traslade al sector ganadero la recomendación de no usarlo en animales cuyo cadáver pueda ser consumido por la fauna salvaje.


El presidente de la FCQ, Juan Antonio Gil, advierte de que, aunque la administración de diclofenaco para el tratamiento del ganado "es legal" en nuestro país y su implantación es "todavía incipiente", la posibilidad de que los buitres se envenenen por esta sustancia "altamente tóxica" para ellos "no se puede dejar de lado". Su ingesta provoca fallos renales que pueden resultar letales, y también se han dado casos similares en águilas.


La Fundación tiene constancia de que al menos en la provincia de Huesca el diclofenaco "ya está siendo recetado por veterinarios y utilizado por los ganaderos", por lo que ha pedido al Departamento de Medio Ambiente "que se informe a Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS), cooperativas agroganaderas y veterinarios dependientes del Gobierno de Aragón" para que eviten su uso en la ganadería extensiva, tal y como aconseja la propia empresa responsable de la comercialización del fármaco en España.


La situación preocupa a ecologistas y a la comunidad científica, ya que en España se encuentran las mayores poblaciones europeas de todas las especies de buitres (leonado, negro, alimoche y quebrantahuesos). Solo Aragón reúne al 40% de los quebrantahuesos censados en la UE, y tanto estos ejemplares como el resto de aves necrófagas "tienen un papel fundamental en el funcionamiento de los ecosistemas", recuerda la FCQ en su carta a la DGA.


En ella también alerta de que se ha demostrado que "aunque solo un 1% de las carroñas disponibles estuvieran contaminadas con diclofenaco, se repetiría la hecatombe que ocurrió en Asia". Además, señalan que existen otros fármacos análogos y que no presentan peligro conocido para la fauna.


De momento, Juan Antonio Gil ya se ha reunido con varios responsables de la consejería, que se han comprometido a dar traslado de la advertencia dentro de sus respectivos ámbitos, según explica. Además, el departamento que dirige Modesto Lobón les ha propuesto que se dirijan a los Colegios Oficiales de Veterinarios "para que sean conscientes del problema", añade.


Por otra parte, se espera que antes de fin de este mes la Agencia Europea del Medicamento se pronuncie sobre el riesgo que conlleva para las poblaciones de buitres el uso de fármacos veterinarios que incluyen el diclofenaco, después de las gestiones realizadas por distintas organizaciones ecologistas para forzar su prohibición en todo el territorio comunitario. Además de en España, está permitido en Italia y Estonia, según denuncian, debido al "vacío en los protocolos de autorización de medicamentos que hay en Europa".