​Los turolenses Omella y Abril, en uno de los máximos órganos de poder del Vaticano

Pertenecen al ministerio que selecciona a los obispos en la ?Santa Sede.

Imagen de archivo de Santos Abril
Imagen de archivo de Santos Abril
EFE

Dos turolenses, el cardenal Santos Abril (Alfambra, 1935) y monseñor Juan José Omella (Cretas, 1946), forman parte de la Congregación para los Obispos del Vaticano, uno de los dicasterios u órganos de gobierno más importantes de la Santa Sede.


Omella, actual obispo de Calahorra-Logroño, fue nombrado el pasado 6 de noviembre miembro de este órgano de la curia romana que se ocupa, entre otros cometidos, de seleccionar a los nuevos obispos antes de la aprobación papal.


El papa Francisco en persona llamó por teléfono a Juan José Omella para felicitarle por su nombramiento, según fuentes próximas al también obispo de Calahorra-Logroño. Ambos mantienen una relación fluida desde que se conocieron hace unos años en unos ejercicios espirituales que dirigió el ahora papa Bergoglio en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.


Si las congregaciones son como los “ministerios” del Vaticano, en concreto la de los Obispos es una de las más importantes porque sus decisiones sirven para conformar la elite eclesiástica.


Este órgano de gobierno de la Santa Sede, que se reúne cada 15 o 30 días, está formado por 25 cardenales y siete monseñores. Cada país aporta representantes de acuerdo con su tradición católica, y en el caso de España suele tener tres miembros (actualmente, además de los turolenses Santos Abril y Juan José Omella, el cardenal valenciano Antonio Cañizares). A la cabeza de este órgano de la Santa Sede, a la que han pertenecido cardenales españoles como Antonio María Rouco y Julián Herranz, el papa Francisco situó como prefecto al cardenal canadiense Marc Ouellet. Siempre se ha considerado que quien ocupa este cargo es uno de los hombres más poderosos de la Curia.


El actual obispo de Calahorra y la Calzada-Logroño y consiliario de Manos Unidas es uno de los obispos que citó el hasta ahora arzobispo de Zaragoza, Manuel Ureña, como su posible sustituto. No obstante, su cercanía al Papa y su conocimiento de la lengua catalana lo sitúan también entre los posibles sustitutos del arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach.