¿Hay una burbuja en el precio de la tierra agrícola?

El precio de la hectárea ha subido un 34% en la última década. Los productores apuntan a los nuevos propietarios.

Un agricultor prepara la tierra para la siembra
¿Hay una burbuja en el precio de la tierra agrícola?
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En el año 2003, hacerse con una hectárea de tierra dedicada a la agricultura en Aragón suponía un desembolso medio de 2.762 euros. Una cifra que en apenas diez años ha crecido un 34%: ahora mismo, el precio de esa misma extensión de terreno alcanza los 4.207 euros.


Un valor de mercado que según consideran los pequeños productores está muy por encima del real y que no hace sino perjudicar a los minifundistas. La principal razón detrás de este fenómeno se encontraría en "la llegada de industriales y personas ajenas al sector", según afirma Enrique Arceiz, secretario de organización de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Aragón, quien no duda en afirmar que los costes actuales dibujan "una verdadera burbuja".


Según Arceiz, "a día de hoy hay muchas fincas compradas por industriales que, en los años de bonanza en que ganaban mucho dinero, especialmente antes de 2010, invirtieron en cultivos como la almendra o el melocotón".


También el capricho de unos pocos habría ayudado a inflar esta burbuja: "En los últimos años hemos visto a gente que, por en muchos casos por razones románticas, ha comprado una gran extensión y ha decidido plantar vid y montar una bodega o poner una extensión de almendros. En estos momentos hay una verdadera psicosis con la almendra, porque se paga muy cara, que acabará cuando la UE abra las puertas a los productores del norte de África. Entonces serán los pequeños agricultores de aquí los que lo paguen".


El secretario de organización de UPA pone también como ejemplo la creación de algunos cotos privados de caza: "Me viene a la cabeza una finca de 3.000 hectáreas en las Cinco Villas de las que sólo 400 se pueden dedicar al cultivo. Las 2.600 restantes se emplean como coto de caza, pero se vendieron a precio de tierra agrícola, algo que ningún agricultor habría hecho jamás. Al final eso eleva las estadísticas y repercute en las transacciones normales".


PAC, euro y blanqueo


Arceiz hace hincapié en que "la tierra ha tenido siempre un mercado muy localista, con ventas entre vecinos de los pueblos o con municipios cercanos. Con la llegada de la PAC y los ingresos fijos relacionados con la tenencia de la tierra este escenario cambia y con él empezó a notarse un aumento en el precio de la hectárea. Ahora mismo, los propietarios tienen asegurada la ayuda hasta 2020 y más que probablemente sigan teniéndola después".


También la puesta en marcha de la moneda común tuvo su impacto en el valor de mercado de la tierra agrícola. "Se usó la compraventa de este tipo de propiedades para blanquear las pesetas que se tenían en negro, y sin duda afectó también al precio", apunta.


¿Bajará pronto el precio?


Enrique Arceiz no se muestra especialmente optimista frente a la posibilidad de que las tierras recuperen pronto un precio más acorde a su valor real. "En ningún momento el precio de la tierra ha subido de forma natural, son crecimientos artificiales que no hacen sino perjudicar al pequeño productor. Ahora es muy difícil comprar tierra, pero no va a bajar mientras los nuevos propietarios no dejen de comprar tierras, algo que difícilmente ocurrirá a corto plazo.