Quince grupos de investigación de la Universidad de Zaragoza, veintiocho de los hospitales Clínico y Servet y otros siete del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) comienzan de forma oficial una contrarreloj para jugar en la liga de primera división en lo que a la investigación sanitaria de excelencia en España se refiere. 

Las principales sedes de la sanidad en la Comunidad han sumado esfuerzos y han fundado un equipo bautizado oficialmente como Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) de Aragón que, en breve, intentará lograr una acreditación oficial para convertirse en uno de los mejores del país. Este equipo cuenta con 750 investigadores al frente de 11 líneas de trabajo sobre avances tan cruciales como el diseño de vacunas; las enfermedades cardiovasculares y el abordaje de diversos tipos de cáncer. Ayer mismo, los cuatro pilares del instituto (DGA, Universidad de Zaragoza, Salud e IACS) firmaron el acta fundacional del Patronato de la Fundación que lo gestionará.

La acreditación está destinada a un puñado de institutos que tienen los mejores equipos sobre ciencia (básica y aplicada) en el campo de la salud. Los que consiguen superar esta reválida (hay menos de 20 centros que lo han logrado en España) son los únicos que pueden competir para lograr unos fondos que son la llave para acceder a prestigiosos programas de investigación, tanto dentro como fuera de la UE. Estos fondos también son vitales para conseguir financiación con la que sostener nuevos proyectos y garantizar el mantenimiento y la mejora de los recursos técnicos y humanos actuales. La acreditación la concede el prestigioso Instituto de Salud Carlos III, el centro coordinador de la investigación sanitaria pública en nuestro país.

El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, explicó ayer durante la fundación del instituto que Aragón ya intentó conseguir esta acreditación, pero que no lo logró porque en la auditoría se les descartó porque faltaba, precisamente, "una entidad jurídica propia para la gestión independiente de la investigación que agrupara a todas las instituciones implicadas". La fundación del IIS solventa el problema. 

El rector, Manuel López, se mostró muy optimista sobre las oportunidades de Aragón en esta ocasión. "Lo vamos a conseguir", aseguró. De momento, en noviembre habrá una ‘pre-auditoría’ que se consumará en enero. En caso de que se pase el examen, el instituto podría ser perceptor de más de siete millones de euros finalistas para investigación al año. No obstante, los implicados insisten en que estos "también habrá que ganárselos", compitiendo con los mejores, como el Instituto de Investigaciones Biomédicas Augusto Pi i Sunyer de Barcelona; el Vall d’Hebrón o el Gregorio Marañón. 

En cualquier caso, ya solo la fundación de este centro se considera un hito para la comunidad científica aragonesa. "Esto nos coloca en la primera división de la investigación sanitaria", enfatizó el rector, Manuel López. "Es un hito histórico en la excelencia", añadió. También Oliván insistió en sus beneficios y recalcó que todas las infraestructuras están, con lo que este proceso no necesita una gran inversión económica. 

Seis líneas bien definidas

Ángel Lanas, director científico, trasladó que es el momento de apostar por las fortalezas de la investigación en Aragón y de competir en la mejor liga de los que aplican estos avances a la prevención, la curación, los nuevos diagnósticos o la cirugía. 

Las líneas de investigación actuales se centran en cáncer, medicina regenerativa, enfermedades cardiovasculares, enfermedades infecciosas y salud pública, biología molecular y bioingeniería. Ahora, solo hace falta superar el examen del Carlos III.