La DGA debe al campus más de 8 millones para pagar complementos a los profesores

La Universidad está usando otros fondos para este plus, que puede suponer hasta el 25% del sueldo.
El Gobierno dice que la orden de pago está dada y que se cobrará en unas semanas

La consejera y el rector con sus respectivos equipos en una reunión mantenida en marzo.
La DGA debe al campus más de 8 millones para pagar complementos a los profesores
Aránzazu Navarro

La Universidad de Zaragoza no ha cobrado todavía los más de 8 millones que debería haber recibido de la DGA a lo largo de este año para abonar los complementos autonómicos de sus profesores. Este plus es una de las partes variables de los salarios de los docentes (junto con los trienios, quinquenios y sexenios) y puede llegar a suponer hasta un 25% del bruto. El Rectorado ha tenido que recurrir a otras partidas y a la caja común para que las nóminas no se vieran afectadas por la deuda, pero los fondos se agotan y temen que haya graves problemas de tesorería si la cantidad pendiente no se salda pronto.


El Departamento de Educación reconoció ayer que hay cobros sin efectuar, pero insistió en que la dirección general de Universidades ya ha dado la orden de pago y se resolverá "en unas semanas". "No está bloqueada. Hay voluntad y ya está en trámite", recalcaron fuentes de la Conserjería. 


Los más de 8 millones pendientes forman parte del contrato programa que el Rectorado y el Departamento de Dolores Serrat actualizaron el año pasado. Según este, el Ejecutivo aragonés se comprometía a destinar 41 millones de euros hasta 2018 para abonar los complementos autonómicos de los profesores universitarios. Hay que recordar que estos pluses salariales estaban regulados hasta 2012, en 2013 se prorrogaron, pero se necesitaba un nuevo contrato programa para los siguientes ejercicios. 


El rector, Manuel López, y su equipo se mantienen en una discreta espera para que esta deuda no empañe las relaciones entre las partes en un momento en el que hay negociaciones en marcha. Las dos instituciones llevan meses trabajando en un nuevo convenio de financiación para el campus público y un plan de infraestructuras. Estos debían haber estado cerrados antes de verano –según las previsiones de la Consejería–, pero la falta de acuerdo en la cuantía de la transferencia básica demoró la firma. 


La Universidad quiere que la transferencia básica –que se destina a nóminas y gasto corriente– deje de estar congelada y crezca. El equipo de López ve complicado que esa partida llegue a cubrir el 100% de las nóminas y el gasto corriente, como ocurre en otros campus públicos y como se ha reclamado en Aragón históricamente. Pero exigen que supere el 80% actual. De hecho, el rector explicó en una entrevista reciente a este periódico que si Educación vuelve a consignar la misma transferencia básica que en 2014 y cero euros en infraestructuras, no habrá acuerdo de financiación. 


En la Consejería hay voluntad de incrementar la partida y llegar a un punto común. De hecho, Serrat apuntó hace unos días en las Cortes que confiaba en cerrar el pacto con la Universidad antes de final de año. Pero el control del déficit desde Hacienda y la propia presidencia han dejado a la Consejería sin apenas margen de maniobra para aumentar el presupuesto.


Por su parte, desde la oposición, el PSOE reclama a la DGA que salde su deuda con el campus y cumpla su compromiso económico. De lo contrario, "estará abocando a la Universidad a una situación insostenible", advirtió la diputada socialista Mayte Pérez, quien añadió que preguntará a Serrat por este tema en las Cortes.