Arrestado en un bar de Calatayud por apuntar y amenazar con una pistola a un hombre

Un cliente y la Policía lograron arrebatarle el arma, que luego resultó ser de fogueo

La Policía Nacional de Calatayud detuvo a un hombre de 37 años por amenazar de muerte con una pistola a otro en un bar mientras decía: "Me lo voy a cargar". La intervención de un cliente y la llegada en ese instante de los agentes fueron providenciales para arrebatarle el arma al agresor antes de que disparara. Aunque posteriormente se comprobó que era una pistola detonadora, su apariencia hizo pensar a todos que era real. 


Según informó la Jefatura Superior de Policía, los hechos ocurrieron el 20 de octubre dentro de un bar de la capital bilbilitana. Sobre las 19.45 se recibió en la Comisaría recibió una llamada en la que el interlocutor solicitaba ayuda ya que en un bar había una persona que empuñaba una pistola y estaba amenazando con matar a otra. Cuando los agentes llegaron al lugar, observaron a dos hombres que estaban forcejeando y que uno de ellos trataba de quitarle el arma al otro. En cuestión de segundos, los agentes se hicieron con la pistola y pudieron comprobar que, a pesar del gran realismo de la misma, se trataba de un arma detonadora. 


Posteriormente averiguaron que quien trataba de quitar la pistola al agresor era un cliente que desde la esquina de la barra había presenciado cómo un individuo se dirigía hacia la otra zona del local apuntando a otro y diciendo: "Me lo voy a cargar". El cliente no se lo pensó dos veces y le arrebató el arma en un descuido, momento en que llegó la Policía y se la quitó a él. 


Tras las comprobaciones oportunas, y después de contrastar la información facilitada por los testigos, se detuvo al causante del altercado. El arrestado fue puesto a disposición judicial y quedó en libertad con cargos, pendiente de ser juzgado por amenazas de muerte. Munición de fogueo

La Policía recordó ayer que las armas detonadoras están creadas para disparar munición de fogueo y, aunque son réplicas idénticas a las verdaderas, resultan inútiles con munición convencional. Están fabricadas con materiales poco resistentes como plástico o aleaciones, sin recámaras, estrías ni cañones apropiados. Estas fuentes añadieron que solo se pueden tener en el propio domicilio, como objeto de adorno y no se pueden portar ni exhibir fuera del mismo.