Heraldo del Campo

El sector porcino, "maniatado", al no saber si habrá ayudas para programas sanitarios

La DGA asegura que serán pagadas a pesar del cierre de caja, aunque los ganaderos ya han adelantado el dinero.

El ganado porcino es un importante motor económico regional
El ganado porcino es un importante motor económico regional
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El sector porcino aragonés, que solo el año pasado movió hasta 1.200 millones de euros, el 3,5% del PIB de la Comunidad, está teniendo un año “complicado”. Al cierre de las plantas de cogeneración de purines y los problemas arrastrados con la recogida de cadáveres se ha sumado en los últimos días un nuevo contratiempo. Según denuncian los ganaderos, el sector aún no ha recibido lo presupuestado este año para el desarrollo de programas sanitarios. Algo más de un millón de euros que reciben las agrupaciones de productores para implementar sus métodos de seguridad sanitaria, y que pese a que debían haber sido pagados a principios de mes, el cierre de caja de la Comunidad ha hecho que se queden en un limbo administrativo.


Este jueves, las ADS ganaderas (Agrupaciones de Defensa Sanitaria) se reunieron en Bujaraloz para estudiar la situación, requiriendo a la Consejería de Agricultura y Ganadería una reunión urgente para abordar el problema. “En un primer momento nos dijeron que debido al cierre de caja iba a ser difícil que se pagara este año, y después nos han dicho que lo van a hacer, aunque sea en plazos más dilatados, pero todos sabemos que la decisión última ya no va a depender de Agricultura sino de Hacienda”, explica José Luis Lavilla, presidente de la Asociación Pecuaria de Huesca y propietario de una granja en La Litera, quien no tiene todas consigo de que el dinero llegue a tiempo y señala que los ganaderos están “maniatados” tras haber adelantado ya el pago de los servicios para mejorar sus sistemas de agua o pasar los pertinentes controles sanitarios.


De no contar con esta cantidad, las ADS, que agrupan geográficamente a los ganaderos para gestionar programas sanitarios comunes, temen que su función dentro del sector se vea limitada, impidiendo además en los próximos años la contratación de veterinarios y especialistas que se dedican a llevar a cabo las funciones de control higiénico y sanitario. “Es un problema porque en parte estos controles son un sello más de calidad que tiene la carne de cerdo aragonesa, especialmente en épocas en las que el mercado se vuelve convulso a raíz de brotes de enfermedades”, explica Lavilla, quien confía no obstante en que la situación se pueda reconducir debido al gran peso del sector porcino en Aragón, segundo productor nacional.

La recogida de cadáveres, aún a medio gas


Pero ese no es el único problema de pagos con los que cuentan los granjeros aragoneses, que también reclaman a la DGA que ejecute las ayudas que prometió para abaratar el servicio de recogida de cadáveres. El abaratamiento de este servicio, en manos de la empresa pública Sarga, a quien llegaron a pagar hasta 0,28 euros por kilo recogido cuando en Cataluña, comunidad que es competencia directa en el sector porcino, el precio está a 0,16, ha sido una de las mayores reclamas de los ganaderos en los últimos años, hasta el punto de llegar a amenazar al Ejecutivo aragonés con interponer una demanda a nivel europeo. “Ahora estamos pagando a 23 céntimos el kilo, pero entendemos que una empresa pública debería prestar servicios a precio de mercado. Desde la DGA se nos dice que el coste en Cataluña es menor al estar las explotaciones más concentradas, pero eso no es así en todas las partes de Cataluña”, comenta Lavilla.


Para el representante agrario, los problemas arrastrados durante este año en temas importantes como la recogida de cadáveres y los programas sanitarios “no son un buen indicador” para un producto que se está abriendo cada vez más a la exportación. “Todos estos temas medioambientales se miran mucho a nivel europeo, y me da la impresión de que cada vez estamos yendo más marcha atrás con respecto a estas políticas”, subraya, haciendo hincapié en la importancia del sector porcino, que genera 10.000 puestos de trabajo en Aragón.


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