Los regantes de La Peña exigen limpiar el Gállego con "especial atención" al pantano

Dicen que "no tiene sentido actuar en el río y no hacerlo en el embalse" que sirve a 10.000 hectáreas del entorno de Zaragoza

El pantano de La Peña, con el característico puente de hierro que lo atraviesa.
Los regantes de La Peña exigen limpiar el Gállego con "especial atención" al pantano
Rafael Gobantes

El Sindicato de Riegos de La Peña asiste con "preocupación" al episodio de contaminación por lindano de las aguas del Gállego y, por tanto, del pantano, el primero que reguló este río hace más de un siglo y que actualmente riega unas 10.000 hectáreas del entorno de Zaragoza, en Montañana, Santa Isabel, Villamayor, Movera, Pastriz, Nuez o Villafranca de Ebro.


El secretario y asesor jurídico del sindicato, Antonio Huguet, destaca que al menos la crisis se ha producido al final de la campaña, cuando las tierras de los alrededor de 5.000 propietarios apenas requerían riego ya. Y aunque utilizaron el agua del embalse durante las semanas previas a que se diera la voz de alarma, cuando las concentraciones de lindano ya se habían elevado, resalta que según los expertos "no hay afecciones porque los cultivos pueden asumir esas cantidades". "Nos preocupa la calidad del agua, pero las administraciones públicas nos han transmitido total tranquilidad en este sentido", aclara.


"Eso no supone que nos tengamos que resignar a vivir con el lindano", advierte el secretario del sindicato, integrado por las comunidades de Urdán y Rabal. Por ello, considera "muy importante" la ejecución del plan integral de descontaminación propuesto por el Gobierno aragonés y en el que el Ministerio de Medio Ambiente ya ha comprometido su participación.Zona de singular valor

En este sentido, los regantes de La Peña reclaman que dicho plan, además de actuar en el foco para que cese la llegada de residuos al río, implique una "actuación especial" en el pantano, "porque por él ha de pasar el agua del río y no tendría sentido limpiar el Gállego y no hacerlo con el embalse", explica Huguet, que recuerda que se trata de una zona de singular valor ambiental.


El de la contaminación "es un problema general del río", reconoce, por lo que "hay que detectar el problema y abordarlo definitivamente". "No sirve resolver esta situación puntual y ya", afirma. "Se debe actuar en los vertederos de Bailín y Sardas, además de averiguar si hay más focos no controlados, y prestar una atención especial al pantano", insiste Huguet. 


"Necesitamos agua de calidad para todos: los usuarios, el medio ambiente..., y todas las administraciones se tienen que involucrar", entiende. A este respecto, y a raíz de la polémica suscitada sobre si ese plan integral debe financiarse con los 13,5 millones que recibirá la Confederación Hidrográfica del Ebro por la energía reservada de los saltos hidroeléctricos, el secretario y asesor jurídico señala: "Aunque es una decisión de las administraciones, utilizar ese dinero debe ser una prioridad, sin perjuicio de que se aporten cuantos más fondos sea posible del Gobierno central y también del autonómico y de Europa".Colaboración en la limpieza

Por otra parte, Huguet resalta que el sindicato está colaborando con el organismo de cuenca y el Ejecutivo aragonés en la operación de desembalse de La Peña, que junto con el de Búbal –este más arriba de Bailín–, están siendo claves para tratar de limpiar el río cuanto antes y reducir las dosis de lindano aguas abajo de Sabiñánigo, donde se encuentra el foco contaminante de los residuos que generó Inquinosa durante casi dos décadas.