Defensa autoriza finalmente la instalación del sistema antiniebla en el aeropuerto

El Ministerio desbloquea las obras después de que AENA aceptara los cambios exigidos.
El retraso impedirá que el ILS esté listo para el invierno de 2015, salvo que se recorten los plazos fijados a las contratistas de la obra

El Ministerio de Defensa ha autorizado finalmente la instalación del sistema de ayuda electrónica para aterrizar con nula visibilidad en el aeropuerto de Zaragoza. Y lo ha hecho tras lograr todos los cambios en el proyecto que había exigido al ente público Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), que aún no ha podido iniciar las obras pese a haberlas adjudicado el pasado mes de agosto. Eso sí, fuentes de AENA aseguraron que la asistencia técnica para la dirección de obras, adjudicada a la ingeniería madrileña GOC, ya se ha puesto a trabajar con el objetivo de que "en los próximos días" puedan iniciarse los trabajos. 


El Estado Mayor del Aire ya ha comunicado de manera oficial al ente público que tiene su visto bueno para comenzar las obras, que requerían su preceptiva autorización al afectar a las pistas de aterrizaje que son de uso compartido. Así se lo hizo saber el general segundo jefe del Estado Mayor, Eduardo Gil, a los directores de Operaciones y Planificación de AENA en un mensaje electrónico con copia al general jefe de la Base Aérea y otros mandos militares. "Una vez designado el director de expediente por esa empresa (AENA) y el inspector militar por este Ejército, este Estado Mayor del Aire autoriza el inicio de las obras para la puesta en marcha de la categoría II/III del ILS del aeropuerto de Zaragoza", apuntó sin dejar de recordar en un anexo las "observaciones" impuestas al proyecto del ente público.


Las nuevas exigencias de Defensa impidieron comenzar las obras y generaron perplejidad en AENA, ya que la instalación del sistema de aterrizaje instrumental (ILS II/III en sus siglas en inglés) ya había obtenido a mediados de 2013 el visto bueno de la comisión de coordinación constituida por los ministerios de Fomento y de Defensa.Traslado de instalaciones

Al ente público no le ha quedado otro remedio que aceptar los cambios, que pasarán por trasladar de ubicación las instalaciones del sistema antiniebla a la zona militar por motivos de seguridad, ya que podrían ser susceptibles de actos de sabotaje. La maniobra no implica solo cambiar los equipos electrónicos de lugar, ya que afecta a las conducciones.


La reclamación militar no es caprichosa, ya que los equipos del sistema básico del ILS, que se remontan al año 2009, se instalaron en la zona castrense del complejo aéreo. 


Los mandos militares también requirieron al ente público cambios en el tipo de balizamiento que iluminará la pista de aterrizaje para dotarla del nivel avanzado del ILS. Las empresas adjudicatarias, una UTE constituida por la madrileña Etralux y la aragonesa MLN, también deberán enterrar canalizaciones eléctricas especiales, ya que se pretenden blindar contra hipotéticos daños que pudieran provocar los roedores.


Como ya informó este diario, el bloqueo tendrá una consecuencia directa, la imposibilidad de llegar siquiera al final de la temporada de nieblas de 2015-2016 con el sistema antiniebla operativo para las compañías de carga, por lo que se podrían repetir los desvíos a aeropuertos cercanos, como Vitoria o Barcelona, si vuelven a registrarse bancos persistentes.Un plazo oficial de quince meses

Las adjudicatarias ofertaron exactamente el mismo plazo fijado en la licitación por AENA, un año y tres meses, para montar los equipos, por lo que los trabajos no acabarán antes del mes de febrero de 2016, salvo que Etralux-MLN corran y recorten lo estipulado.


Durante el periodo que se alarguen las obras, tanto las aviones civiles como los cazas y los cargueros militares tendrán que compartir la pista sur, ya que en la más próxima al aeropuerto civil se tendrán que instalar centenares de luces de guía -balizas- para que los pilotos puedan verlas en condiciones de nula visibilidad en el momento de tomar tierra. Con antelación, el sistema ILS guiará automática a los aviones en medio de la niebla, para lo que deberán llevar también la aviónica necesaria.


Una de las cuestiones básicas que se deberán pactar en los próximos días entre todas las partes implicadas es un detallado plan de obra para minimizar las afecciones para la explotación del aeropuerto civil. La cuestión no es baladí, ya que el volumen de mercancías que registra Zaragoza le ha convertido en el tercero del país y las operaciones se concentran en unos pocos días de la semana. No obstante, la dirección ha podido compatibilizar el tráfico con las obras de rehabilitación y ampliación de la plataforma de estacionamiento de aviones sin que se registraran problemas reseñables.