La Policía no puede rastrear los ordenadores de la cúpula de Plaza porque se borraron

Los equipos de los altos cargos de la DGA se ‘resetean’ al finalizar el mandato, por lo que solo se puede acceder al correo de sus secretarias

Los policías de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) no podrán investigar la información de los ordenadores de la cúpula de Plaza porque han sido borrados. El protocolo dispuesto en la DGA estipula que todos los equipos informáticos de sus altos cargos son ‘reseteados’ al finalizar su mandato y se asignan de nuevo a otros políticos o funcionarios, por lo que es prácticamente imposible recuperar los discos duros para seguir el rastro de datos sensibles.


Tampoco estarán en disposición de rastrear los correos electrónicos, especialmente los que se remontan a más de una década, ya que no solo se han borrado los ordenadores, sino también los servidores en los que llegaron a estar alojados los mensajes en su día. Así se lo comunicaron los responsables del ente público Aragonesa de Servicios Telemáticos (AST) a la Fiscalía Anticorrupción cuando hace un mes se interesó por los correos de los máximos responsables de Plaza.


Su interés viene a raíz de los mensajes electrónicos del exgerente, Ricardo García Becerril, que demuestran supuestos amaños en el proceso de licitación de las obras de urbanización de la plataforma logística, así como las denuncias que hizo a varios consejeros de Plaza sobre irregularidades en la gestión que achacó directamente al exviceconsejero de Obras Públicas, Carlos Esco. Este dirigente socialista ejerció como consejero delegado de la sociedad pública desde su creación hasta su salida de la DGA, en enero de 2010.


Según ha podido contrastar este diario, ni Esco ni el que fuera consejero de Obras Públicas y presidente de Plaza, Javier Velasco, utilizaban las cuentas personales de correo electrónico que les asignaron al acceder al Pignatelli, por lo que toda la correspondencia de trabajo la recibían a través de sus secretarias. En este caso, al tratarse de funcionarias que siguen ejerciendo en la actualidad, tanto sus ordenadores como sus correos siguen estando operativos.


No obstante, la Fiscalía Anticorrupción no ha solicitado al juez del caso Plaza que intervenga los equipos, al menos por el momento. Eso sí, las dos secretarias de Carlos Esco fueron interrogadas la semana pasada en calidad de testigo por los agentes de la UDEF para conocer los posibles lazos con otros imputados.


El exgerente de la plataforma, encausado junto a Esco por el sobrecoste millonario en una promoción de naves que Plaza encargó a Codesport, le llegó a imputar diversas irregularidades en varios correos que envió entre 2002 y 2004 a otro exconsejero de la sociedad pública, José Luis Marqués. Le atribuyó la intervención directa en la adjudicación de varios contratos de obras y servicios, aunque su abogado negó de forma categórica cualquier tipo de irregularidad.


La Policía sí que pudo intervenir los correos de García Becerril, e incluso recuperar otros que fueron borrados, porque su ordenador de Plaza no llegó a ser ‘reseteado’ tras su despido a mediados de 2011. Las citadas fuentes de la DGA señalaron que el ente público AST no ha intervenido en los equipos informáticos de Plataforma Logística S. A. ni en los del resto de sociedades inmobiliarias dependientes de la Administración.


Lo que tampoco se puede recuperar son las cuentas antiguas de correo que llegaron a estar alojados en los servidores, puesto que los propios equipos van eliminando esta información y lo que se pretende investigar se remonta a hace una década. Pese a estas circunstancias, los responsables de AST apuntaron a la Fiscalía que sí podrían seguir el rastro en los ordenadores de la DGAen los que descargaron correos provenientes de cuentas que les faciliten.