La inversión pública en la descontaminación de Flix triplica a la de Sabiñánigo

Los partidos aragoneses critican "el agravio" comparativo y piden que Aragón reciba el mismo trato con un plan integral bien dotado.
"El Gállego también es un problema de Europa", dicen los regantes

Uno de los casos, Flix.
La inversión pública en la descontaminación de Flix triplica a la de Sabiñánigo
Acuamed

La ministra de Agricultura prometía esta semana en el Senado medidas para la limpieza del Gállego, pero sin concretar partidas, y su secretario de Estado de Medio Ambiente anunciaba unos días antes en Huesca un plan integral, poniendo como ejemplo el caso de Flix, donde se trabaja desde 2013 en el dragado del embalse. Pero los dos episodios más graves de contaminación ocurridos en la cuenca del Ebro no resisten la comparación en cuanto a inversiones públicas y fuentes de financiación.


Mientras el embalse de Tarragona tiene una dotación de 165 millones de euros (223 con las medidas de restitución territorial) y ayudas europeas del 70%, la gestión de los vertederos de Sabiñánigo la afronta en solitario desde 2013 el Gobierno de Aragón, tras retirar Madrid su apoyo económico, y Bruselas solo financia al 50% un ensayo de limpieza de acuíferos de 1,2 millones, que se pidió sin éxito en otras dos ocasiones. 


Desde 1995, cuando se iniciaron las actuaciones coordinadas, el Gobierno central ha gastado unos 20 millones de euros para frenar la contaminación del lindano producido por Inquinosa. El resto, hasta 50, lo ha puesto Aragón. De momento, representa una tercera parte del presupuesto de Flix. Sabiñánigo ya lo advirtió

El Ayuntamiento de Sabiñánigo, a través de una moción aprobada por el pleno municipal, ya denunció en 2009 el agravio comparativo con Cataluña. Entonces, el grupo municipal del PAR lamentaba que la Confederación Hidrográfica hubiera tardado 18 años en encargar un estudio sobre los sedimentos del pantano de Sabiñánigo y pedía un plan integral, "en consonancia con el esfuerzo económico y técnico que se está realizando para remediar problemas similares en otras partes del Estado, como es el caso de Flix". 


Y más recientemente, en 2013, al saberse que no habría partida de los Presupuestos Generales del Estado para el lindano, el alcalde, el socialista Jesús Lasierra, se dirigió a todos los grupos parlamentarios de las Cortes para recabar su apoyo. Él se ha ofrecido varias veces al Gobierno de Aragón para ir juntos al Ministerio a solicitar un convenio definitivo sobre todas las zonas contaminadas. "No se debe quedar solo en los vertederos y la fábrica sino extenderse a todo el río Gállego, y si es necesario, y creo que lo será, a todos los pantanos que están afectados", afirma ahora. 


También los partidos de la oposición en las Cortes critican el trato a Aragón y exigen más partidas concretas y menos promesas. Una reclamación que comparten los agentes sociales. César Trillo, presidente de Riegos del Alto Aragón y de la Federación de Regantes del Ebro, recuerda que "el del Gállego también es un problema de Europa". "No podemos ser nosotros los tontos y otros los espabilados", añade en alusión al 70% de ayuda europea en Flix. E incluso el diputado de CiU en el Congreso Martí Barberá se mostró solidario con los problemas de contaminación en otros puntos del Ebro, "como nosotros estamos recibiendo colaboración en Flix". 


"Tenemos casos como el de Tarragona en el que el Ministerio ha puesto el dinero necesario y Aragón debe recibir el mismo trato", declara Joaquín Peribáñez, diputado autonómico del PAR, recordando que cuando Inquinosa arrojó los residuos la DGA no tenía competencias. "Hemos heredado el problema del Gobierno de España y se tiene que implicar en la solución". 


El socialista Javier Sada lamenta que "hasta ahora ha habido muchas palabras, pero ni un solo euro comprometido", en referencia al voto en contra de los populares en el Congreso para garantizar un fondo. "La única realidad es que había un convenio con mucho dinero que eliminó el gobierno del PP", dice. Pero sobre todo lamenta la descoordinación entre las dos administraciones y la "penosa" imagen que dan la CHE y la DGA culpándose de la situación. 


"El Ministerio dejó de colaborar, y tenía competencias en su día. Hay que intentar involucrar a Bruselas, habida cuenta del volumen de la contaminación, porque en otros sitios ha colaborado", señala Miguel Aso, de IU. Por su parte, Joaquín Palacín, de CHA, recuerda que "a otros sitios ha llegado más dinero y con más celeridad. Y no solo a Flix, también a Aznalcóllar. Hace tiempo que el Gobierno debió buscar dinero en Europa, pero hasta que no ha pasado lo del río...".


Por contra, el portavoz del PP en las Cortes, Antonio Torres, asegura que aunque esta semana el Ministerio no haya concretado las cantidades, se redactará un convenio con acciones en los vertederos, el río y los embalses. Existe "un compromiso clarísimo", pero "hay que estudiar las acciones antes que definir las cantidades" y dice que si hay líneas de financiación de la Unión Europea, "se pedirán". Quien contamina, no paga

Curiosamente, Flix y Sabiñánigo tienen en común que en ninguno de los dos casos se cumple el principio de ‘quien contamina, paga’. El Supremo impuso una multa de 10 millones de euros a Ercros en Tarragona por daños entre 1988 y 1993, único periodo en que se pudo demostrar, pero está recurrida al Tribunal Constitucional. Inquinosa fue sentenciada a abonar 6,5 millones, también a raíz de un vertido puntual, una condena que no ha cumplido.