Un otoño de lo más veraniego

El motivo es que las borrascas han circulado por trayectorias que provocan flujos de sur a norte.

Aragón ha vivido desde el mes de septiembre una poco frecuente sucesión de flujos de aire del sur y suroeste que han mantenido las temperaturas elevadas, cuando lo habitual en este territorio es la situación contraria, con aire del cantábrico y centroeuropa que hacen bajar los termómetros.


Lo más notorio, ha explicado Gerardo Sanz, de la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, es que no ha habido episodios de cierzo, que es "lo habitual" y contribuye a bajar las temperaturas y aumentar la sensación de frío.


El motivo es que las borrascas han circulado por trayectorias que provocan flujos de sur a norte.


Aunque no son desconocidos periodos de altas temperaturas en esta época, según Sanz, "lo más anómalo" ha sido la persistencia en el tiempo de este tipo de situación, si bien ha reconocido que todavía es pronto para valorar el grado de excepcionalidad.


El cierzo aparecerá esta tarde en Aragón con una bajada de temperaturas que será notable mañana pero que no se va a prolongar en el tiempo y no va a suponer un "cambio radical" de las condiciones ambientales.


Este breve episodio de cierzo será sustituido por un nuevo flujo de aire de poniente que hará que las temperaturas se mantengan en unos valores anormalmente altos para estas fechas.


No obstante, Gerardo Sanz ha informado de que en esta época cabe ya esperar que empiecen las nieblas matinales en hondonadas y valles que enfrían el ambiente y cambian la percepción del frío, aunque no se prevén cambios de la masa de aire.


Este portavoz de la Aemet ha reconocido asimismo que la prolongación de las temperaturas altas y los años más cálidos se han producido en la última década y la situación "sigue en la misma línea".