"En el siglo XXI la mujer continúa siendo el pilar de la supervivencia de los pueblos”

Desde los años 70 el papel de la mujer rural ha cambiado radicalmente. El desarrollo de las nuevas tecnologías ha sido uno de sus principales aliados.

Cada 15 de octubre, desde 2008, se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. Una cita que sirve para reconocer “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.


Ellas desempeñan un papel fundamental en esta economía y en un entorno inminentemente masculinizado, durante las últimas décadas, han sabido emprender, romper la brecha con las nuevas tecnologías, activar la vida social a través de sus asociaciones o participar en actividades no agrícolas para diversificar los medios de subsistencia de sus familias. Pero además, siguen llevando a cabo funciones de vital importancia como el asentamiento de la población en el territorio.


A día de hoy, el índice de masculinidad aragonés en el medio rural (número de varones dividido entre el número de mujeres), sigue siendo del 98,92%; pero su perfil y su situación ha cambiado radicalmente durante los últimos 40 años. La mujer ha pasado de un papel donde ejercía únicamente como ama de casa al desempeño de actividades económicas remuneradas, gracias a los diferentes servicios que han posibilitado la conciliación de la vida familiar con la laboral. “Hasta casi finales de los años 70 del pasado siglo la mujer del medio rural solo podía moverse en el ámbito privado-familiar ya que todo lo demás o estaba prohibido o era mal visto. Sin embargo, desde finales de los 80, con la consolidación de la democracia y, posteriormente con las primeras leyes de Igualdad, poco a poco fue ocupando la esfera pública de la que había sido apartada durante la dictadura”, explica Macu Hervás, miembro del Grupo de Investigación de Geografía de Desarrollo Territorial de la Universidad de Zaragoza y experta en el ámbito de la mujer rural emprendedora en el Pirineo.


“Recuperó la libertad de poder dirigir y ser la dueña de su propio destino, algo que ahora nos parece básico y normal pero que hasta entonces era impensable sin correr el riesgo de que le crucificaran entre dimes y diretes en la plaza del pueblo. Ahora, en pleno siglo XXI continúa siendo el pilar básico de la supervivencia de los pueblos, pero actualmente puede incluso exigir que esta no sea a cualquier precio puesto que tiene voz y voto”, continúa Hervás.¿Cómo es la mujer rural aragonesa del S.XXI?

Fundamentalmente es emprendedora, inquieta y comprometida con el medio en el que vive, tanto si es el que le vio nacer como si es el de adopción. Es una mujer a la que le gusta trabajar y sentirse independiente económicamente. “Pero también es una mujer preocupada por su familia, tanto por sus descendientes como por sus mayores por los que entra en mil batallas junto con otras mujeres para conseguir crear o mantener los servicios básicos en materia de educación, sanitaria o de transporte”, matiza Hervás. “Es una mujer moderna, bien formada y bien informada puesto que ha tenido la oportunidad de estudiar en igualdad de condiciones”, añade.El autoempleo y el sector servicios, principales nichos de mercado

Los servicios, el turismo o la agroalimentación son algunos de los sectores en los que más mujeres se han incorporado durante los últimos años, según los datos que maneja la Red Aragonesa de Desarrollo Rural (RADR). “El programa europeo Leader ha sido uno de los factores clave en este cambio de paradigma porque se diseñó para favorecer el desarrollo de las zonas rurales, y desde que se puso en marcha en 1991 se puede decir que la mujer rural se ha transformado”, explica Lourdes Arruebo, presidenta de la RADR. “En este último periodo del programa, que contempla los años comprendidos entre el 2007 y el 2014, se puede decir que el 54% de los puestos creados en la UE y en el medio rural, han sido ocupados por mujeres. Y, de ellos, el 53% ha sido autoempleo”, cuenta la presidenta.Sus retos: no dar marcha atrás y la concienciación de las administraciones

Tras conseguir estas cifras, la mujer rural tiene ahora dos retos pendientes: “No dar ni un paso atrás porque su vida ha mejorado en los pueblos incluso a pesar de la crisis y luchar porque se mantenga el programa Leader porque quizá sea el único dinero que entre en los próximos años en muchos municipios para impulsar el mercado laboral”, asegura Arruebo.


Así, su papel en el futuro también dependerá de la importancia que las administraciones –desde las locales hasta las europeas- otorguen a este ratio de la población, pues cabe recordar que en los años 50 y 60, cuando el movimiento del éxodo rural se encontraba en su máximo apogeo, muchas mujeres aprovecharon para salir de los pueblos porque no encontraban su sitio allí. “Si en los pueblos se mantienen unos servicios mínimos como las guarderías, colegios o médicos y no se trabaja por mantener o crear unas buenas telecomunicaciones, las mujeres seguirán apostando por los pueblos”, sentencia Arruebo.


Es muy difícil cambiar la tendencia que domina en la actualidad de que para triunfar profesionalmente en la vida tienes que instalarte en una gran ciudad. Sin embargo, Pero los “cientos de proyectos que hasta ahora se han puesto en marcha en el medio rural demuestran que se puede combinar perfectamente calidad de vida con éxito profesional tanto a nivel local, como nacional o incluso internacional”, concluye Hervás.