Casi el 25% de los aragoneses no estudia la carrera universitaria en la comunidad

La falta de nota o cursar la carrera deseada son las principales razones que impulsan a formarse fuera.

En la actualidad, los profesionales de estas áreas representan el 1% del total de universitarios.
Casi el 25% de los aragoneses no estudia la carrera universitaria en la comunidad
Laura Uranga

Estudiar una carrera universitaria es el camino elegido por gran parte de los alumnos aragoneses, sin embargo, no todos lo hacen en las universidades de la comunidad. En concreto, según los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, durante el curso 2012/2013 el 24,5% de las personas que se presentaron a la selectividad en Aragón no se matricularon en las universidades del lugar. Un dato que ha aumentado ligeramente durante los últimos años.


Cataluña es la comunidad preferida por los estudiantes aragoneses, en concreto, el 4,5% deciden matricularse en alguna de sus universidades. Quien también gana muchos alumnos es Madrid, a donde acuden el 3,9% de los aragoneses que parten en busca de su plaza universitaria. La Comunidad Valencia también se alza con un gran número de alumnos de Aragón, en concreto, el 2,7% de los que se matricularon hace dos años, última cifra publicada por el ministerio.


En el otro lado de la balanza encontramos a las comunidades que se encuentran un poco más alejadas: Asturias, Islas Baleares, Cantabria, Castilla la Mancha, Extremadura y Galicia. El 0,1% de alumnos aragoneses han decidido formarse en ellas. Además, durante el último año, el 10,3% optaron por no matricularse, o al menos, no hacerlo en una universidad española.


Las razones por las que se produce esta fuga son muy variadas. Una de las más comunes es no tener la nota suficiente para pasar el corte que marcan determinadas carreras. Este es el caso de Betsabé, una joven zaragozana que después de haber hecho la selectividad en junio, vio como su nota no era suficiente para acceder a magisterio infantil. “Solamente pedí en Zaragoza en vez de marcar también Teruel y Huesca, donde era más baja, sin embargo, en el momento de rellenar la solicitud no lo pensé”, detalla. Por eso finalmente acabó en Burgos, donde estudió los tres años de carrera. “Coincidió que mi prima se iba a matricular en esa universidad y así nos fuimos juntas para compartir gastos”, relata.


Y es que su prima Rosa tampoco podía estudiar en Aragón. En su caso el problema era diferente, la razón de emigrar fue que la comunidad aragonesa no le ofrecía la oportunidad de cursar la carrera que deseaba. “Ella quería ser educadora social y solo se podía hacer en Madrid, Barcelona y Burgos, por lo que se fue a esta última ya que era la más barata y tampoco le pillaba demasiado lejos de casa”, puntualiza.


Quién también abandonó Zaragoza para conseguir sus sueños fue María. Esta zaragozana se fue a vivir a Soria para poder ser profesora de infantil. “No me llegaba la nota porque tuve que ir a septiembre, así que con mis padres miramos qué destinos estaban más próximos”, puntualiza. Por eso, sus primeras opciones fueron Burgos o Soria. “Estuvimos mirando los precios de los viajes, de las residencias y finalmente nos decantamos por Soria puesto que todo era más económico”, sostiene.


Y aunque todas explican que al principio la experiencia fue un poco complicada. “Sales de tu casa con 17 o 18 años y empiezas una vida nueva”, narra María. Sin embargo, con el paso de las primeras semanas empezaron a hacer nuevas amistades y todo fue sobre ruedas. “Volvería a hacerlo mil veces porque conseguí estudiar lo que quería y además viví una experiencia increíble”, sostiene Betsabé.