Cientos de familias oscenses, afectadas por la subida de los comedores escolares

La DGA aplica desde octubre la subida a 96 euros. FAPAR y las familias siguen protestando.

Imagen de archivo de un comedor escolar en Huesca
Cientos de familias oscenses, afectadas por la subida de los comedores escolares
Javier Blasco

El Gobierno de Aragón aplica desde este mes de octubre la subida del precio en los comedores escolares de Huesca con gestión propia. Cientos de familias de una veintena de colegios están afectados por esta subida. El curso pasado pagaban entre 80 y 86 euros al mes, y ahora la DGA ha decidido unilateralmente subir a 96.


La subida se hace efectiva desde esta semana, mientras las asociaciones de padres y FAPAR continúan con sus movilizaciones. Consideran esta decisión "abusiva, injusta e injustificada, teniendo en cuenta que los comedores venían funcionando de un modo ejemplar tanto en el plano alimentario como en el económico". La gestión directa del comedor (sin empresas de cátering) les permitía a los centros tener superávit y cobrar menos a las familias.


La dirección provincial de Educación avisó a los centros a principio de curso de que debían subir el precio. En septiembre todavía se aplicaron las tarifas del curso anterior. Las asociaciones de padres y las familias a título particular han comenzado a movilizare en las últimas semanas. Han enviado cartas de protesta al Justicia de Aragón, a la dirección provincial de Educación de Huesca y a la Consejería de Educación. De momento, su petición de anular la subida no ha sido escuchada."Una subida para igualar"

Representantes de las familias afectadas y de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPAR) se reunieron la semana pasada con el director provincial de Educación de Huesca, que argumentó que la subida era "para equiparar a todos los centros y evitar discriminaciones". El Gobierno de Aragón fijó hace tres cursos que el precio del comedor sería de 96 euros al mes, pero permitió que los centros autogestionados de Huesca siguieran con sus precios más bajos.


"No nos sirve la explicación de que hay que igualar a todos los centros. No entendemos por qué hay que subir el precio si los comedores funcionan bien. Es una decisión absurda en estos tiempos en que se habla de economizar", afirma Noelia Ferrer, presidenta de la asociación de padres del colegio Pío XII de Huesca, uno de los afectados. El curso pasado, unos 150 alumnos usaban el servicio de comedor en este centro, una cifra que podría disminuir con el aumento del precio.


Representantes de FAPAR se reunirán la próxima semana con el director general de Ordenación Académica, Marco Rando, para pedir a Educación que reconsidere su postura. "La gestión de los comedores era buena y no tiene sentido subir el precio a las familias. Ahora se va a generar más superávit aún. Queremos saber a qué se va a destinar ese dinero. No estamos dispuestas las familias a asumir gastos que no nos corresponden ni de funcionamiento de los centros ni de los comedores", subrayan desde FAPAR.