El nivel de lindano en el embalse de la Peña multiplica por ocho el límite recomendado

La DGA decide utilizar un canal alternativo para que el agua no se contamine al entrar en el pantano. Aun así, la presa afectada tendrá que soltar 2 m3/s para cumplir el caudal ecológico

Los análisis hechos por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en el embalse de la Peña han constatado que el pantano tiene una concentración de lindano superior al límite en el que el Gobierno de Aragón recomienda a los municipios que se deje de beber agua del grifo. Según los datos aportados por el organismo de cuenca, las mediciones que se hicieron hace tres días a pie de presa han dado un nivel de alfalindano de 0,8 microgramos por litro, cuando el límite está en 0,1 (lo multiplica por ocho). Además, sumando todos los isómeros de este contaminante, se alcanza un nivel global de lindano de 1,2 microgramos. 


Tras conocer estos resultados, el Gobierno de Aragón, de acuerdo con la CHE, decidió utilizar un canal alternativo para que la mayor parte del agua en buen estado que está llegando del embalse de Búbal vaya directa al río Gállego sin entrar en el pantano de la Peña, evitando así que se contamine. En concreto, esta agua se está desviando por el canal de la central eléctrica de Carcavilla, que transcurre en paralelo a la Peña (la capta antes de que llegue al embalse y la suelta dos kilómetros más allá). El objetivo, según explicó el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón, es que "actúe como baipás" para que el agua llegue limpia hasta el Bajo Gállego y allí ayude a diluir el lindano que ha dejado a seis municipios con la prohibición de beber agua del grifo. 


Sin embargo, de los diez metros cúbicos por segundo que deberían de estar entrando a la Peña, solo ocho serán recogidos por este canal alternativo ya que, según explicó Lobón, "no tiene más capacidad". Los otros dos irán a parar al pantano contaminado y se espera que eso ayude a reducir su concentración de lindano.


El Departamento de Medio Ambiente también decidió reducir al mínimo imprescindible la suelta de agua del pantano afectado. Fuentes de la CHE apuntaron que en los últimos días se estaban soltando 7 metros cúbicos por segundo y que, tras esta medida, se ha reducido a 2. Lobón explicó que es "obligatorio" hacer esto para cumplir con el caudal ecológico, ya que el canal alternativo desemboca dos kilómetros más allá y si no ese tramo se quedaría seco."Van a bajar ocho metros cúbicos limpios de Búbal y dos sucios de la Peña", reconoció Lobón.Nuevas hipótesis

La DGA también dio sus propios resultados sobre la concentración de lindano en el embalse contaminado, que dieron positivo aunque en niveles algo más reducidos. Corresponden a este lunes y arrojaron 0,47 microgramos de alfalindano por litro en la superficie del embalse y de 0,67 en los fondos. Pero hay que recordar que la medición de la CHE es más reciente y que además se hizo a pie de presa (el agua que iba soltando el aliviadero).


El consejero de Medio Ambiente apuntó que esta concentración de alfalindano en la Peña podría deberse a una suma de causas y señaló, como hipótesis, que hubiera entrado tanto agua contaminada al embalse, como que las tormentas hubieran removido los fondos, que están "históricamente" contaminados por los vertidos y residuos que lanzó y dejó Inquinosa, lo que habría provocado que el lindano hubiera ascendido hasta la superficie de la Peña.


El Gobierno de Aragón hará otras mediciones mañana para ver qué efectos está teniendo esta medida y entonces se estudiará qué se puede hacer para solucionar el problema de la Peña. Tampoco se descarta que la concentración de lindano haya sido mayor en días anteriores en este punto –y que se haya ido reduciendo con la entrada en las últimas jornadas de agua limpia de Búbal–, ya que estas son las primeras mediciones de este tipo que ha hecho tanto la DGA como la CHE en la Peña.


El Departamento de Medio Ambiente sigue trabajando con la principal hipótesis de que, durante el traslado de las 70.000 toneladas de residuos al nuevo vertedero de Bailín, se generaron "inevitablemente unos polvos"que, por las lluvias, habrían ido a parar al río. Pero Lobón no descartó que el foco pudiera estar ya en el propio embalse contaminado o que gran parte de "esos polvos" que se generaron en los traslados hubiera ido a parar allí. 


En cualquier caso, lo que es innegable es que, hasta ahora, los seis municipios afectados se encuentran aguas abajo del pantano afectado. Entre ellos están Santa Eulalia de Gállego, Ardisa o Biscarrués, que en las últimas mediciones que ha hecho Salud Pública dieron concentraciones de alfalindano de 1,57, 0,42 y 0,65 microgramos por litro, respectivamente.


Lobón siguió descartando que el origen del aumento del lindano se deba a una fuga durante el traslado de los residuos al nuevo vertedero de Bailín, ya que aseguró que se cumplieron todos los protocolos. Y también recordó que se ha encargado una auditoría a la empresa pública estatal Emgrisa para contar con una opinión independiente.


Desde el Gobierno de Aragón reiteraron que estos niveles siguen siendo inocuos y que sería necesario que el agua alcanzara 45.000 microgramos por litro para que pudiera causar una intoxicación moderada. De hecho, aseguraron que con estas concentraciones sería necesario beber decenas de miles de litros para que fuera un problema para la salud.La limpieza, a la espera

La constatación de que la Peña está contaminada es algo que ya venían sospechando los alcaldes de la Cuenca del Gállego desde que empezó esta crisis. Y eso les lleva a pensar que esta situación podría prolongarse más de lo previsto, pese a que Lobón aseguró en la reunión que mantuvo el viernes con los 23 alcaldes que el nivel de alfalindano en el Bajo Gállego se había reducido a la mitad, de 0,4 a 0,2 microgramos, desde que empezó el desembalse tanto en Búbal como en la Sotonera, según el último informe que tenían de la CHE.


Hay que recordar que el Gobierno de Aragón ha acordado con los alcaldes que deben limpiar sus infraestructuras de abastecimiento en cuanto el nivel de lindano regrese a la normalidad. Pese a que en principio se había hablado de que esto se hiciera cuanto antes para hacer nuevas mediciones, luego se vio que tenía más sentido hacerlo así porque, si el río seguía bajando con una contaminación superior al límite, era prácticamente seguro que habría que hacer una limpieza por segunda vez, con su consiguiente gasto. A esta razón hay que sumar que si los municipios vaciaran sus depósitos por estas labores ahora, sus vecinos se quedarían sin agua para ducharse o fregar hasta que los técnicos constaten que el nivel de lindano ha regresado a la normalidad y, por tanto, permitieran la entrada de nueva agua.


Mientras tanto, en Villanueva de Gállego han decidido limpiar una de sus tres balsas para llenarla con agua de un pozo, acuífero del río Gállego. En los próximos días conocerán si está libre o no de lindano y, por tanto, si pueden utilizarla como solución de urgencia.