El Refugio de Cap de Llauset pondrá en servicio sus instalaciones dentro de dos años

Al menos la mitad de las instalaciones serán puestas en servicio del nuevo refugio de montaña.

Las obras del Refugio de Cap de Llauset, en el término municipal de Montanuy, "avanzan notablemente" y la puesta en servicio de al menos la mitad de sus instalaciones tendrá lugar en algo más de dos años, según lo ha confirmado el presidente de la Diputación Provincial de Huesca (DPH), Antonio Cosculluela, que ha conocido 'in situ' el estado de construcción de este nuevo refugio de montaña. 


Esta nueva instalación ampliará la red de refugios de montaña en la parte más oriental de los Pirineos oscenses, en el macizo de la Maladeta, que es el que cuenta con más cimas que superan los 3.000 metros, pero "con menos refugios" en esta cordillera, ha informado la DPH en una nota de prensa. 


Las mismas fuentes han precisado que "están avanzadas las conversaciones y próximo el acuerdo" para un nuevo convenio que permita la puesta en marcha de una parte significativa de la capacidad de alojamiento del refugio en otoño de 2016. 


"La colaboración entre instituciones como Diputación de Huesca y Ayuntamiento de Montanuy con la Federación Aragonesa de Montañismo (FAM) está siendo fundamental para sacar adelante este tipo de iniciativas que contribuyen al desarrollo de la zona", ha dicho Cosculluela. 


Ha agregado que el sector turístico y deportivo "viene de esta forma a complementar la economía del sector primario, y sobre todo la ganadería, que predominan en esta parte más oriental de nuestra provincia en la zona pirenaica".2,5 millones de euros  

El presupuesto previsto para la elaboración y construcción de este refugio asciende a 2,5 millones de euros, actuación que está desarrollando Prames, mientras que su titularidad corresponderá a la FAM. 


Está ubicado a 2.450 metros de altura por lo que será el más alto de los refugios guardados en el Pirineo aragonés y contará con una superficie total construida de 939,65 metros cuadrados distribuidos entre los dos edificios. Dispondrá de un punto limpio para gestión de basuras, depósitos del agua, cuarto eléctrico y sala de calderas y almacén. 


En la planta baja se ubicarán los servicios de cocina, recepción, comedor, guardaesquíes, enfermería y taquillas, además de otros espacios dedicados a aseos y para poder secar la ropa. En la planta primera y en el aledaño se ubicarán los dormitorios de los montañeros y estancias de los guardas. El conjunto se completará con una serie de instalaciones auxiliares como son la depuradora, la estación meteorológica, una base de helipuerto y el abastecimiento de agua. 


El nuevo refugio estará en pleno trazado del Gran Recorrido (GR) 11, la Senda Transpirenaica, el más transitado por etapas y que no contaba con un refugio en este tramo. Asimismo, permitirá planificar, junto al refugio de La Renclusa, un recorrido de carácter alpino y circular al pico Aneto y al macizo de las Maladeta, y servirá de apoyo para la realización de diferentes circuitos de montaña por los múltiples ibones que hay en el entorno.Modernidad  

La FAM, de la mano de los arquitectos del proyecto Alejandro Royo y Ramón Solana, ha querido aplicar en el diseño de este refugio los elementos constructivos más modernos en cuanto a la limpieza del proceso constructivo y el mantenimiento y gestión posterior del edificio, han sostenido desde la DPH. 


Así, y siguiendo diversas y recientes experiencias de refugios en diferentes países de los Alpes, como Austria, Suiza y Francia, se ha optado por un edificio construido internamente en módulos prefabricados, de manera que 'in situ' solamente se realiza su montaje a modo de mecano. 


Estos módulos, por el material utilizado y el hecho de ir construidos previamente, facilitan la capacidad de aislamiento del edificio, y por tanto el menor consumo de energía para mantenerlo a temperaturas agradables. 


El recubrimiento de los mismos se realiza en chapa gris, integrando el refugio en los colores predominantes de su entorno granítico, a la vez que consiguiendo una estructura compacta y muy acorde a soportar los rigores del clima de alta montaña. Las bases de los dos módulos que componen el refugio sí son de obra y su recubrimiento se realiza con la misma piedra granítica del entorno, esta vez colocada en seco.