La DGA intenta integrar a los empleados del Casar en el Salud

Los trabajadores tienen hasta doce tipos de vinculación y acceso a su puesto diferentes.

La dirección general de Función Pública del Gobierno de Aragón estudia las fórmulas legales que permitan la total integración de los 467 trabajadores del Consorcio Aragonés Sanitario de Alta Resolución (Casar) en el Salud, ya que en el consorcio se registran doce tipos distintos de vinculación laboral.


El consejero aragonés de Sanidad, Ricardo Oliván, ha contestado en el pleno de las Cortes a una interpelación formulada por el diputado socialista Eduardo Alonso, sobre la asistencia sanitaria que presta el consorcio.


Una entidad que se creó en 2006 en virtud de un convenio con los ayuntamientos de Ejea, Tarazona, Fraga y Jaca y la Mutua de Accidentes de Zaragoza para la gestión de los centros sanitarios de las tres primeras localidades y el hospital de la última.


En diciembre de 2011, el actual ejecutivo autonómico anunció su intención de integrar los centros y personal del consorcio en el Servicio Aragonés de Salud (Salud), decisión que se adoptó formalmente hace año y medio.


La integración del personal es, desde entonces, un problema complejo que aún no se ha podido resolver, porque los trabajadores tienen hasta doce tipos de vinculación y acceso a su puesto diferentes, desde la convocatoria pública con pruebas objetivas hasta otras fórmulas "alejadas de la libre concurrencia y la transparencia".

Por eso, la dirección general de Función Pública recibió el encargo de realizar un "esfuerzo" para buscar una solución "dentro del ámbito legal", y "justa", para estos trabajadores.


Pero la "principal preocupación" para el departamento de Sanidad es mejorar la calidad asistencial, y por eso se ha optado por la integración, porque los informes apuntan que ésta se incrementará de forma importante, "en todos los ámbitos".


Alonso, por su parte, ha denunciado la "reducción drástica" de actividad en los últimos años en los cuatro centros, al registrarse unos índices de ocupación del 62 por ciento en el de Fraga, del 52 por ciento en el de Ejea y del 33 por ciento en el de Jaca.


Para Oliván, estas cifras pueden tener que ver "con la salud de los ciudadanos", y que por ello requieran menos servicios sanitarios.

El diputado socialista, además, ha asegurado que no es verdad que el Casar sea deficitario, sino que está "mal gestionado" y se han reducido sus dotaciones.


También ha lamentado la actitud mantenida hacia los trabajadores a quienes, según Alonso, se ha mostrado una "total falta de respeto".

La diputada de CHA Carmen Martínez también ha preguntado en el pleno al consejero por este asunto, concretamente sobre la disminución asistencial en Jaca, que según ha insistido Oliván, responde a una "menor demanda" por la salud de los ciudadanos.


Pero Martínez ha criticado, por ejemplo, que a partir del 1 de octubre los dos ginecólogos que subían al hospital de Jaca desde el Miguel Servet de Zaragoza ya no vayan a prestar asistencia.


Y eso demuestra que no es que la gente no necesite ir al hospital, sino que "no quiere ir a un hospital donde no haya profesionales para atenderlos".


Ha dicho que los quirófanos, desde abril, sólo se abren una semana al mes, lo que también es disminuir la actividad.


Oliván ha negado la desaparición del servicio de ginecología y ha advertido que no es lo mismo abrir quirófanos que realizar operaciones y, en este sentido, ha explicado que la actividad ahora se concentra en menos días, pero se aprovecha al máximo el tiempo de apertura de quirófanos.