Los datos de accidentes laborales de tráfico, los llamados 'in itinere' por registrar aquellos que se producen de camino al trabajo o de vuelta del mismo a casa, son una de las estadísticas más contradictorias que existen. El descenso en la siniestralidad es sin duda celebrado. Pero si se analiza su causa principal, la euforia se enfría.

No en vano, su progresión va estrechamente ligada a la actividad económica, o lo que es lo mismo, a los índices de paro. En los últimos años, el número de este tipo accidentes ha ido cayendo hasta acumular un descenso del 42% entre los años 2007 (cuando hubo que lamentar 2.358 sucesos) y 2012 (con 'solo' 1.370).

La destrucción de empleo de esta horquilla temporal ha propiciado que el volumen de tráfico rodado en las carreteras aragonesas descendiera considerablemente. Hay menos camiones y furgonetas de reparto, los trabajadores, que también son menos, buscan soluciones de desplazamiento más económicas –como compartir vehículo-, y todo aquel que puede ahorrarse unos euros en gasolina lo hace.

Pero desde el año pasado, y en el actual, las leves mejorías en los índices de actividad también se han trasladado a las carreteras. En 2013 se registró el primer incremento de siniestralidad 'in itinere' desde hacía seis años al aumentar un 17% y alcanzar los 1.615 accidentes, de los que 15 fueron graves y 4 mortales.

Una situación que parece seguir la misma tendencia este 2014. Solo hasta el mes de julio ya se habían registrado 982 siniestros (4 graves y 3 mortales). De ahí que la Dirección General de Tráfico haya puesto en marcha hasta finales del mes de septiembre una campaña informativa con el objetivo de hacer llegar a la población “un mensaje de prudencia ante el riesgo de sufrir un accidente laboral al ir o volver del trabajo”, señalan.

“Conseguir una mejora en la seguridad vial es trabajo de todos”, aseguran, por lo que esta iniciativa no sólo va dirigida a los ciudadanos que necesitan el vehículo para trasladarse cada día a su lugar de trabajo, sino también al entorno directo de ese ciudadano, como familia, amigos o compañeros, para que sean conscientes que “cualquiera de sus actos pueden suponer un riesgo añadido para la persona que va conduciendo”.

Las empresas y organismos son otros de los públicos directos a los que va destinada la campaña, trasladándoles la idea de la importancia de incluir en sus planes de prevención de riesgos laborales, planes de seguridad vial entre sus empleados.

El perfil de los accidentes

Desde la DGT aseguran que la media de edad de los trabajadores que han sufrido un accidente laboral de tráfico es de 36,7 años. Con respecto al sexo de los trabajadores, los hombres sufren el 58,1% de los accidentes laborales de tráfico mientras que las mujeres el 41,9%. En el caso de los accidentes laborales in itinere, el porcentaje entre hombres y mujeres es similar: el 49,9% para las trabajadoras y el 50,1% para los trabajadores, mientras que en el caso de los accidentes laborales de tráfico durante la jornada de trabajo, los hombres presentan un índice de incidencia mayor que las mujeres con el 79,1% frente al 20,9% de las mismas.

En cuanto al momento del siniestro, son los días laborales de lunes a viernes cuando se producen el 90% de estos accidentes de tráfico. El día que acumula más accidentes son los lunes, aunque la diferencia con el resto de los días no es destacable. Las horas de máxima concentración de accidentes coinciden con las horas habituales de entrada y salida de los centros de trabajo, de modo que entre las 7 y las 9 de la mañana y entre las 14 y 15 horas es cuando más accidentes laborales de tráfico se producen.